Los ladrones acaban con el negocio de una familia, luego de que al dejarlo solo robaron la mercancía.

Es en la ciudad de Durango, donde acaban con el negocio familiar, cuando los rateros ingresan y se llevan los productos.

Los amantes de lo ajeno aprovecharon que la familia de la casa donde se ubica el negocio lo dejaron solo  algunas 24 horas, para hacer de las suyas.

De acuerdo a lo manifestado a las autoridades por la agraviada María Guadalupe Graciano Gutiérrez, en su misma casa tiene un negocio en el que vende productos de limpieza.

Este se ubica en calle Encinos, del fraccionamiento Los Encinos y la afectada nos cuenta la historia:

Cuando  tenía 16 años de edad, María Guadalupe ingresó a trabajar como agente de tránsito y después a la policía vial.

Al cumplir los 60 años de edad, la pensionó el Instituto Mexicano del Seguro Social  (IMSS) y se dedicó a atender las labores propias del hogar.

Sin embargo, para ganar un poco de dinero extra, decidió  instalar un negocio de artículos de limpieza.

El sábado en la mañana, salieron con destino a la colonia El Alacrán, para visitar a uno de sus hijos.

Como se les hizo noche, decidieron quedarse allá y regresar hasta el domingo ya en la noche, que es cuando descubrieron el robo de 50 lociones, una bocina y otros objetos.

Versión de vecinos

Al preguntar entre los vecinos, uno de ellos le comentó que como a las 03:00 horas escucharon ruidos, pero que como en la casa contigua había reunión, pensó que peleaban.

Lo que sucedió realmente, es que alguien ingresó a la casa de doña María Guadalupe por la parte posterior, rompió los vidrios de la puerta, ingresó y cometió el robo.

Sospechoso

Al hacer el reporte a la policía, llegaron agentes y entre lo que la agraviada contó, es que ella sospecha como autor del robo de un vecino.

Explicó que se llama  Antonio y le apodan  El Aguacate, quien ya estuvo detenido una vez por robar el alambrado del kínder de ese fraccionamiento.

Sin embargó, será la investigación que realicé la Fiscalía para esclarecer el robo por más de 10 mil pesos en mercancía, la que arrojé la realidad.

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