Por: Mónica Rojas

Este día 5 de septiembre, se conmemora el Día Internacional de las Mujeres Indígenas, fecha instituida por el Segundo Encuentro de Organizaciones y Movimientos de América en Tiahuanaco (Bolivia), en honor a la lucha de Bartolina Sisa, guerrera aymara que se opuso a la dominación colonial y que murió brutalmente asesinada en 1782, en la Paz, Bolivia.

El Día Internacional de la Mujer Indígena se celebra cada 5 de septiembre para rendir tributo a todas las mujeres pertenecientes a los pueblos indígenas del mundo, y para visibilizar sus gestas heroicas. La guerrera aymara se dedicaba a las telas, era hiladora. Se casó con el caudillo Túpac Katari y junto a él organizó la resistencia indígena de los pueblos andinos contra el yugo español.

Desde el año 1983, indígenas de distintos países conmemoran esta fecha con la honra que merecen las mujeres portadoras de la herencia cultural y ancestral de estas comunidades; así como también de aquellas que murieron en la lucha contra la discriminación y los abusos cometidos a este género y etnia durante la historia.

Por tal motivo y consientes del papel fundamental que juegan los pueblos indígenas, en especial las mujeres indígenas de nuestro país y en nuestro estado, estamos deacuerdo que sigue siendo tema de discriminación y falta de empatía.

En entrevista con la Maestra Cecilia Anguis Dumas, coordinadora de culturas populares en nuestro estado, ha sido por años apasionada por difundir la cultura y la importancia de la cultura indígena. “Ser mujer es un reto, pero ser mujer indígena es aún, un reto más grande” engloba la Maestra Ceci, en cuanto al tema; en relación al desarrollo personal, intelectual, física, espiritual de una mujer indígena, no sólo por la discriminación que como sociedad hacemos a su cultura, es también la discriminación que ellas viven en su propia comunidad, además la violencia es mayor en su zona, por ello su valor como mujer también se incrementa, “porque su lucha es más grande, y a pesar de sus circunstancias han destacado y no se han conformado, tenemos mujeres que han sido gobernador tradicional, como Virginia Flores de Santa María de Ocotán del Mezquital, Durango”, mencionó la maestra Ceci, añadiendo que Virginia ha sido una luchadora y una gran líder para la comunidad, quien se ha ganado el respeto también de los varones de la región.

Así como ella han surgido muchas más mujeres indígenas que no se han conformado con sólo ser madres de familia o artesanas, han luchado por sobresalir como maestras, enfermeras, médicos, ingenieras; y toda una nueva generación de jovencitas que luchan por destacar en sus estudios académicos.

Por mencionar un ejemplo más, de la gran cantidad de luchadoras, Selene de Santa María de Ocotán, además de Inocencia Arellano, quien estudió pedagogía musical y está por concluir su doctorado, ambas de origen tepehuano estudian en la Ciudad de México, y más allá de querer sobresalir en sus estudios siguen siendo pilar y ejemplo de su comunidad indígena.

“Claro que aún existe discriminación hacia la mujer indígena, incluso en su vestir, escuchamos decir cosas como -ahí viene la que parece piñata- pero no somos conscientes y empáticos para valorar incluso su vestimenta, llena de color y alegría, también en este tema existe una transición del cómo vestir buscando ser más inclusivos considerando elementos culturales como su morral” agregó Anguis Dumas.

“Es el momento de mirarlas con respeto, esas mujeres que han hecho el doble de esfuerzo y lucha por sobresalir, y de ver como sociedad lo valiosas que son, existe una cultura de hacerlos menos y esto se vive desde la conquista, pero es importante preguntarnos todo lo que aportan a nuestra sociedad, nuestro estado y nuestro país” enfatizó la coordinadora de culturas populares en Durango y concluyó diciendo, “Las mujeres indígenas, son bonitas, son valientes, son creativas, son humanas, tenemos más que aprender de ellas y de su cultura, ser empáticos y valorar que el suelo trabajado es gracias a ellas y ellos”.

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