Cultura

Un día en la Historia de Durango presa Francisco Villa

27/09/2020 - Hace 4 años en Durango

Un día en la Historia de Durango presa Francisco Villa

Cultura | 27/09/2020 - Hace 4 años
Un día en la Historia de Durango presa Francisco Villa

Un día en la Historia de Durango presentamos lo que viví, vi y oí, un anecdotario realizado por un gran duranguense, el Lic. Gonzalo Salas Rodríguez, deniminado (apuntes de mi vida) por Pedro Núñez López.

Fue de tal magnitud el quebranto que en el orden financiero provocó la suspensión de las obras que llevaba a cabo la empresa constructora de don José Ramón Valdéz en el municipio de Poanas, obras que consistían en el levantamiento de la cortina de lo que sería llamada entonces Presa del Bosque y que actualmente lleva el nombre de Francisco Villa, que una mañana encontrándome en la Presidencia Municipal me llamó por teléfono doña Engracia Manqueros -su esposa- para decirme que guardaban hacia mí un enorme agradecimiento por haberlos apoyado y que a tal grado llegaban sus escaseces que estaban comiendo con lo poco que a manera casi de gratificación se les estregaba por los trabajos que se realizaban en el Lago de los Patos en el Parque Guadiana. La razón es la siguiente: lo que había sido un hermoso lago, según lo podemos apreciar en las fotografías que existen, antes de que se secara al empezar el municipio su rescate, por recomendación de algunos expertos, entre los que destaco el nombre del ingeniero Pablo Domínguez, compañero mío de la Escuela Prevocacional, Industrial y Comercial No. 11, quien era oriundo de Vicente Guerrero y trabajaba por esos días en la Dirección de Geología de la Secretaría de Recursos Hidráulicos.

Una vez que se aprobaron las propuestas de los técnicos acerca de lo que habría que hacerse para recuperar los veneros perdidos, se habló con José Ramón Valdez, hijo de don José Ramón quien se encontraba a cargo de la compañía para que se nos facilitara el equipo que tenían ocioso para extraer las toneladas de lodo que habían cegado los manantiales que afloraban desde los orígenes de ese espacio geológico y que ante el peso del cieno habían desaparecido.

El equipo que se nos facilitó se componía de trascabos, escrepas, grúas y yukles. Efectivamente Urbanizaciones S. de R. L. había tronado de fea manera y ante la imposibilidad de obtener contratos, fue que se aceptó colaborar con el municipio. Los pagos de ninguna manera correspondían a una estimación de acuerdo con las cotizaciones de la época por las actividades desempeñadas, más bien tales entregas ante la precaria situación económica del municipio como ya le he anotado, eran meras gratificaciones por el bajo monto que se pagaba por las actividades que la maquinaria desempeñaba.

Alguien me ha dicho al redactar estas notas que no debería hacer las referencias que cito de algunos gobernantes como en el presente caso, pero tal decisión la tomo porque a algunos de ellos los traté como ocurrió con el señor Valdéz. Otilia González había sido su secretaria particular la segunda vez que fue Gobernador. Ella y Angelito Martínez Mena, su esposo, eran grandes amigos de nuestra familia. Angelito era periodista y escritor, colaboraba muy cerca de don Salvador Nava en La Voz de Durango. Dada su cercanía con don José Ramón Valdéz, habían obtenido la concesión para operar una fuente de sodas en el quiosco de la Plaza de Armas cuando se hizo el cambio del anterior y se instaló el que ahora existe.

La primera vez que intenté ser Diputado Federal, valido de nuestra amistad con Otilia le pedí que interviniera con don José Ramón para que me diese una carta con objeto de entrevistarme con el licenciado Juan Fernández Albarrán, quien sería más tarde Gobernador del Estado de México y ocupaba en ese tiempo la Secretaría General del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, donde figuraba como presidente el General y Licenciado Alfonso Corona del Rosal (1961).

El licenciado Fernández Albarrán era gran amigo de don José Ramón y había colaborado con él en una de las ocasiones en que estuvo de Gobernador. Don José Ramón, había sido fundador del PNR y contrincante del general Carlos Real Félix, cuando ambos figuraron como candidatos a la gubernatura del Estado, encuentro en el que triunfó el General Real apoyado por el Partido Laborista Mexicano.

Como digo si lo que relato no corresponde a veces a vivencias personales, son hechos en los que, aunque yo no haya participado directamente, si tienen relevancia desde el punto de vista histórico en tanto que nos muestran qué es lo que ocurrió en esta tierra como entidad federativa.

La etapa de la que ahora me ocupo, corresponde a los primeros años en los que yo llegué a esta ciudad y comprende de 1930 a 1940 descrita a grandes trazos; es un tanto oscura, pocos se han ocupado de ella, tan oscura y tan cubierta de niebla como lo estaba la época de la Reforma de la cual ignorábamos totalmente sus acontecimientos y que nos ha hecho recientemente tener una visión clara de lo entonces sucedido gracias al libro que el doctor José de la Cruz Pacheco nos acaba de entregar en las páginas de Las Leyes de Reforma y su impacto en Durango. 1854-1861.

Pocos saben que el licenciado Alberto Terrones Benítez, fue 3 veces Senador gracias a que vivió 94 años. La primera de 4 años en la década de los veinte, la segunda en 1952- 58 en la Presidencia de don Adolfo Ruiz Cortines, la tercera en 1964-1970 durante la administración del presidente Gustavo Díaz Ordaz. Lo que cuento es un caso único en toda la historia parlamentaria de nuestro país, por las características que tienen los espacios tan distantes en que ocupó esos cargos.

Lo anterior lo comenté en una ocasión ante el licenciado Víctor Manzanilla Schaffer, tres veces diputado Federal por Yucatán y dos ocasiones Senador por ese mismo Estado y frente al licenciado Norberto Mora Plancarte, oficial mayor de la Cámara de Diputados, Diputado Federal y también dos veces Senador por Michoacán habiéndome dado ambos la razón en mi dicho por las características tan singulares de lo que aquí relato. Como digo eso fue posible gracias a su prolongada vida, lo acompañé en su campaña como candidato a Senador en la tercera ocasión, tenía 76 años y ya siendo Senador me tocó asistir, durante el gobierno del licenciado Ángel Rodríguez Solórzano, a la cena que en su honor le ofreció su hijo el doctor Miguel Terrones Langoné; era yo Presidente Municipal de Durango y habiendo sido Presidente del Comité Directivo Estatal del PRI, lo había acompañado en un recorrido por todo el Estado cuando junto con el General Cristóbal Guzmán Cárdenas figuraron como candidatos (ambos a Senadores) en 1964.

Ya había expresado que el ingeniero Pastor Rouaix, sustituyó a don José Ramón Valdez en el Gobierno de Durango, el 7 de agosto de 1931. Pastor Rouaix, sin ser de Durango -nació en Tehuacán, Puebla-, ha sido uno de los personajes que se ha significado por su gran cariño hacia nuestra tierra, autor de la Primera Carta Geográfica del Estado que todavía se encuentra como una obra monumental de su tiempo, colgada en muros de algunas oficinas de Gobierno, de su geografía del Estado de Durango, del Diccionario Histórico, Geográfico y Biográfico del Estado de Durango, de su memoria del Constituyente del 17 que eso es su libro Génesis de los Artículos 27 y 123 Constitucionales y autor entre otras cosas de la iniciativa para convertir lo que habían sido los viejos terrenos de «La China» en el Parque Guadiana, así como autor del proyecto arquitectónico y Director de la obra de la construcción de la Escuela Guadalupe Victoria.

Él entregó el poder al General Carlos Real Félix como Gobernador en la administración del General Real, se empezó la pavimentación de las calles de esta ciudad con el sistema Mc. Adam, totalmente distinto al que ahora se emplea, obras realizadas por la compañía de Larry Schutz y Mundy Von Bertrab a quienes traté. Terminaron ambos ante la falta de obras aquí en irse a radicar a Gómez Palacio. El General Real vivió en la casa de cantera que se encuentra en el crucero de las calles Victoria y Aquiles Serdán, mansión propiedad del General Juan Vargas; se me quedó en la mente de niño la elegante figura de la señora Encinas, esposa del Gobernador, montada todas las mañanas cabalgando por la calle Victoria rumbo a las Alamedas.

En ese tiempo se inauguraron las tres más bellas escuelas que existen en nuestra ciudad y que hasta ahora no han sido superadas en su esplendoroso diseño arquitectónico y comodidad funcional: el Centro Escolar Revolución, donde cursé mi primaria, la Guadalupe Victoria y la Anexa Alberto M. Alvarado, la que bárbaramente iba a ser construida al derribar el templo de San Juan de Dios, atrocidad que por fortuna no ocurrió.

Ya que cito mi escuela, el Centro Escolar Revolución referiré que con motivo de la conmemoración del Centenario del Natalicio de Silvestre Revueltas estuve en el Palacio de Bellas Artes para adquirir un disco compacto con su música el cual le regalaría más tarde al licenciado Héctor Palencia, director entonces del Instituto de Cultura del Estado de Durango. Una empleada del centro comercial ubicado allí al comentarle que era de Durango me sugirió que fuese al Centro Escolar Revolución que se encuentra frente a la Ciudadela en la ciudad de México para que admirara los vitrales de Fermín Revueltas. El lugar de ese espacio escolar tenía capacidad para 5000 alumnos y en su tiempo 1934, fue el plantel más moderno y con mayor capacidad en todo el país.


La mención la traigo a estas páginas porque ahí se encuentran los extraordinarios vitrales que realizó Fermín Revueltas, hecho que nos revela la importancia que como artista tenía en ese momento pues la escuela era la obra máxima que hasta entonces en el terreno educativo habían realizado los gobiernos de la Revolución.
Fuente; (apuntes de mi vida) Gonzalo Salas Rodríguez, Revista Alarife 2000 marzo-abril del 2007 núm. 55 pág. 21 a 24.

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