Un día en la historia de Durango… Existió el juego que desde niños conocimos y jugamos, ¿Los recuerdan?

A mis nietos.

Por: Pedro Núñez López

Es sombroso el número de juegos que acostumbran los durangueños. Aún no puede el niño dar sus primeros pasos cuando ya se le ha entrenado en jueguitos sencillos, como el del gusanito, las escondidas y otros.

El amor ha confeccionado una colección de juegos que se usan en el Estado y sólo se refiere en este capítulo, de manera muy general, a este importante factor de nuestras costumbres enunciamos algunos de estos juegos cuyo detalle es materia.

Son muy comunes los juegos del Pan y Queso, o las Cuatro Esquinas, el Gato, las Escondidas, la Cuarta Escondida, los Galgos, Chinchilagua, el Burro, la Canica, el Bebeleche, la Cadena, la Cebollita, los Morillitos, el Déjamelo ahí, el Túmbatelo, el Ahogado, los Quemones y la Sacada, el Cuatro, el Palomo, la Rayuela, las Cruces, El Trompo, la Pelota, Pares y nones, las Cabañuelas, el Pacholongo, la Momita, y otros muchos. Jueguitos organizados como la Pastora, San Serafín del Monte, Doña Blanca, los Chivos Pintos, la Cáscara de huevo, la Naranja dulce, la Víbora de la mar, el Navío, Florón, el Cartero, Ángel del Oro, los Listones y otros juegos, como el Ahorcado, la Pitarrilla, el coyote, las Loteria. la Oca, las Muñecas, las Comadritas y otros. El juego debe ser inteligentemente aprovechado en la educación de los niños.

Conforme se va creciendo se cambia de juegos entre los que predomina el juego de la pelota. Juegan al «Pie», en el Rebote, el Partido, el cual se juega trazando dos líneas paralelas de unos cien o menos metro, distante una de otra unos cuatro o cinco metros; dentro de estas se colocan los jugadores. En medio queda un espacio de unos cinco metros señalados por dos rayas perpendiculares a los largueros, cuyo espacio divide a los dos partidos, formados por dos o más jugadores cada uno, siendo uno el Saca o sea el que lanza habitualmente la pelota. Se avienta esta y el bando contrario debe colocarla sin que bote fuera del juego o dentro del espacio libre que hay en el centro. Se conviene el número de puntos que deben hacerse para ganar el juego.

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En todos lados también los jóvenes juegan al trompo, a pesar de que este juego se considera como especialidad de los niños; juegan también a la rayuela, al palmo, a la tapada, las cruces, los patoles. En las reuniones hay juegos de estrado. Como el Florón, los Secretos a voces, el Navío, la Víbora de la mar y otros. Luego se convierten en adultos  y se divierten también jugando carreras, luchas, saltos y natación.

Se han combatido siempre los juegos de manos, es decir se ha procurado impedir que los campesinos jueguen guantadas, pues estos juegos han originado trágicas riñas. En todo el Estado se juegan carreras de caballo y peleas de gallos, con apuestas a veces considerables. Otros entretenimientos de los adultos en los campos son el jaripeo y la coleadura. Especialmente en los pueblos y rancherías ubicadas cerca de las montañas, se organizan, frecuentemente, cacerías de venado, oso, jabalí, pavos silvestres, codorniz, liebre, conejo, lobo y leopardo.

Durante las ferias que se verifican en algunos pueblos hay juegos de chuza, lotería, carcamán, dados, ruleta, etc.

Las mujeres empiezan a tomar parte en los deportes, venciendo la oposición de las mamás, que las titulan, por su afición al juego, de «machetonas», «chirrionas», «hombradonas, «antíporas» y «antepochis».

Forzoso es que la cultura se fomente entre nuestro pueblo para lograr la formación de una raza fuerte, vigorosa y sana. Los deportes y juegos constituyen un medio poderoso para alejar a los hombres de las cantinas y de los vicios.

Fuente Costumbres Durangueñas, Everardo Gamiz Página 157 imagen obtenida de la pagina: https://es.123rf.com/photo_30923123_ilustraci%C3%B3n-de-los-ni%C3%B1os-jugando-en-un-fondo-blanco.html