Cultura

Un día en la historia de Durango… La llegada de los aviones

31/05/2020 - Hace 4 años en Durango

Un día en la historia de Durango… La llegada de los aviones

Cultura | 31/05/2020 - Hace 4 años
Un día en la historia de Durango… La llegada de los aviones

Un día en la historia de DurangoPor: Pedro Núñez López

El sueño del hombre es el de poder recorrer los aires por medio del vuelo, la era de la aviación llegó para quedarse y extendiéndose por todo el mundo hasta que el día menos pensado en que llegó a Durango y por supuesto no se podía quedar atrás, se abrió el primer campo de aviación cerca del cerro de mercado en donde hoy son las colonias Benjamín Méndez, Guadalupe, 16 de septiembre y San Martín, este funcionó de manera provisional, para luego crear el aeropuerto de la ciudad, al sur de la misma donde hoy se ubican las colonias aledañas a las oficinas de la Secretaría de Educación del Estado de Durango (SEED). Ahí funcionó con aviones pequeños y no de grandes dimensiones, para los años 70 se inauguró el aeropuerto Internacional Guadalupe Victoria que hasta la fecha opera como tal. Desde luego que no podían faltar los accidentes o detalles que traería consigo esta nueva forma de desplazarse y más rápida, pero con su consiguiente riesgo y que con el paso de los años este a sido uno de los medios de transporte mas seguro, pero a continuación relato algunos de estos detalles de la aviación en Durango

1.- El vuelo inaugural de la Escuela de Aviación, El 2 de junio de 1935, fue inaugurada con bombo y platillo a las 10 de la mañana la Escuela de Aviación de Durango, dirigida por el piloto Aviador Roberto McGinnis, bajo las notas marciales de la Banda Municipal de Música. Una vez desarrollado el programa llegó al momento del vuelo inaugural, por lo que subieron al avión escolar, bautizado como «El Alacrán», el director de la escuela y el alumno Salvador Borrego E.; y he aquí que, al volar sobre el edificio de Aerovías, una fuerte turbulencia los obligó a aterrizar en una labor, sin daños de ninguna clase gracias a la serenidad y pericia del piloto. ¿Qué mejor que empezar una enseñanza de aviación con un aterrizaje forzoso?

2.- Cuando chocaron dos aviones en el aire, al filmarse las últimas escenas de la película mexicana «Desliz de Casados», producida por Zacarías Hermanos, dos aviones chocaron en pleno vuelo a las 10:30 de la mañana del 12 de enero de 1969, en el Cañón de Fernández, cerca del pueblo Patrón, Municipio de Lerdo, fallecieron los técnicos de cine y los pilotos laguneros Moisés Percher Velasco y Eduardo Campos Acosta. La película era estelarizada por Alberto Vázquez y Bárbara Ramson. El único que se salvó fue el paracaidista Guillermo Fernández, quien segundos antes había saltado con un maniquí en los brazos que representaba a la estrella de la película. Los aparatos accidentados fueron la avioneta Cessna XB-DUA, tripulada por Eduardo Campos Acosta, y el avión Beechcraft Ruy de nueve plazas. Se pensó que el Cessna había hecho un rápido viraje hacia arriba y había golpeado con su ala de estribor al Beechcraft; las dos naves se precipitaron a tierra y fallecieron los nueve ocupantes. La escena ya se había ensayado varias veces, por lo que no había temor alguno. Los habitantes de los pueblos cercanos pensaron que era una escena más de la película. Se trataba de uno de los más lamentables accidentes aéreos bajo el cielo de Durango.

3.- El bimotor que aterrizó de «panzazo», el capitán piloto Aviador Hugo Valverde, salió temprano con dirección a San Miguel de Cruces, en el bimotor Beechcraft D-18 matrícula XA-BOV, de la Compañía Aerolíneas Continental, con seis pasajeros, más como por el mal tiempo no pudo aterrizar tomó la decisión de regresar a Durango a eso de las nueve de la mañana del martes 2 de diciembre de 1969. El tren de aterrizaje se negó a responder cabalmente, así que aterrizó de «panzazo», arrastrándose a lo largo de 500 metros por la pista de aterrizaje, con los pasajeros a salvo; eso sí, con daños por 45 mil pesos, pues se destrozaron las hélices y el tren de aterrizaje.

4.- Aero sierra de Durango, S.A. Ésta importante negociación abrió sus puertas el lunes 1 de mayo de 1972, con un prop jet Twin Otter; se encontraba en Juárez 106 sur, teléfono 29-83, y la empresa ofrecía salidas de esta ciudad a la sierra diariamente a las 07:30 de la mañana.

5.- Humor macabro, Por el año de 1965, Fernando Núñez, de la empresa Triplay y Maderas de Durango, era presidente del Club Aéreo de Durango, y secretario Sergio Encinas Elizarrarás. Pues bien, Fernando Núñez era propietario de una avioneta que en un costado llevaba escrito el nombre «El Ataúd». Gracias a Dios, nunca hizo honor a su nombre.

6.- Cuando se desplomó el helicóptero del Gobierno, Costó 99 mil dólares, y estaban asegurados el aparato y los pasajeros. Apenas un día antes, lo habían traído desde Los Ángeles, flamante y sin contratiempo. A las cinco de la tarde, del día 8 de diciembre de 1968, abordaron el aparato Ted Leopold, de quien se decía que había sido piloto en la guerra de Vietnam (y quien moriría años después en Veracruz, al estrellarse contra un cerro a bordo de un helicóptero con altos funcionarios de la Cuenca del Papaloapan). En el momento del desplome viajaban también el sargento de aviación Gilberto Manzano, el capitán Edmundo Salinas, ayudante del gobernador Páez Urquidi, y sus hijos los niños Edmundo y Raúl Salinas. Despegaron a las 17:11, tomaron altura y dieron una vuelta por el aeropuerto, que se encontraba por la hoy avenida Domingo Arrieta, y al disponerse a aterrizar, cuatro minutos más tarde, la cola del aparato pegó en tierra, se clavó hacia el lado izquierdo, luego al lado derecho; la cabina se destrozó y explotó en llamas de inmediato. El capitán Salinas y Ted Leopold fueron lanzados hacia los lados, el sargento trató de salir pero fue tragado por las llamas, y los niños Edmundo y Raúl, de 12 años y ocho años de edad, respectivamente, murieron al quedar atrapados por los hierros. Dijo el piloto que dieron la vuelta normalmente pero que, al pasar sobre los hangares, notó que la palanca de mando estaba atorada por lo que jaló y jaló con toda su fuerza con las dos manos, pero ya era tarde. El capitán Salinas, en memoria de sus dos pequeños hijos, donó el seguro de vida para que se construyera una escuela primaria que lleva el nombre de Hermanos Salinas y que se encuentra por La Colonia Francisco Zarco. Bello gesto de perpetuar su memoria.

7.- La avioneta que aterrizó en el techo de un automóvil desde el sábado 15 de enero de 1972, un automóvil color amarillo daba vueltas y vueltas por los rumbos de la laguna de Santiaguillo, hasta que el domingo 16, los lugareños y cazadores vieron descender una avioneta. Por una falla de sincronización con los tripulantes del automóvil, el piloto aterrizó sobre el capacete y perdió una llanta del tren de aterrizaje, pero pudo tocar tierra de manera casi normal gracias a la habilidad del piloto que era L. Clayton o Larry Stiwar Toffer. De la avioneta Cessna Turbo Centurión descendieron tres gringos, que transportaban 280 kilos de mariguana, con un valor aproximado al menudeo en el mercado de Estados Unidos de Norteamérica de medio millón de pesos. Por las investigaciones se supo que la avioneta de cuatro plazas había salido de San José California, para abastecerse de combustible en la Presa de Santiaguillo y seguir su viaje a Estados Unidos, y que los gringos que descendieron ilesos se dirigieron a hospedarse al México Courts de la ciudad de Durango y que de allí se hicieron ojo de hormiga. El cuarto gringo, quien dijo llamarse Houston Walker, falleció en el hospital por la lesión que recibió en la cabeza a consecuencia del incidente.

8.- El avionazo del 5 de mayo de 1940, el pueblo de Durango festejaba con alegría aquel 5 de mayo, contemplando cómo tres aviones de la Fuerza Aérea Nacional, tipo Corsario, hacían vistosas y arriesgadas evoluciones sobre el desfile conmemorativo. Al concluir el desfile, dos de los aparatos enfilaron sobre el campo aéreo, pero el número 24 , tripulado por el Capitán Piloto Aviador Ramón Gómez Rosellón y el copiloto Teniente Piloto Aviador Ramón Vargas Basurto, continuaba con sus evoluciones a baja altura, cuando los espectadores, con estupor y horrorizados se percataron de que el vuelo era ya demasiado bajo y el ruido del motor irregular; el avión desapareció de su vista y se observaba que una espesa columna de humo se elevó tras un ruido ensordecedor. El avión había ido a caer en una huerta de la calle Gómez Farías, muy cerca del Centro Escolar Revolución, envuelto en llamas. Los que primero arribaron al lugar del desastre, pudieron observar que de la nave quedaba sólo el esqueleto del fuselaje y cómo los ocupantes se contorsionaban agónicos o muertos envueltos en llamas, así como que tres burros aparejados ardían por completo y otros más agonizaban cerca de un árbol derribado que también ardía.

Fuente: Instantáneas Durangueñas de Enrique Arrieta Silva, Imágenes obtenidas en el grupo «Durango Antiguo» del Facebook.

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