Cultura

Un día en la historia de Durango… Las salas de cine

24/05/2020 - Hace 4 años en Durango

Un día en la historia de Durango… Las salas de cine

Cultura | 24/05/2020 - Hace 4 años
Un día en la historia de Durango… Las salas de cine

Un día en la historia de DurangoPor: Pedro Núñez López

Aquellos lugares donde se exhibía cine en Durango, aparte de ser un lugar importante en la industria cinematográfica, contó con grandes salas para exhibir cine, lugares de suma importancia, muy apreciados e históricos y concurridos por la gente de la ciudad.

No hay duda que el llamado “Séptimo Arte” ha sido a lo largo de la historia y hasta nuestros días un estilo de vida en cada una de las personas, es también un constante cambio tecnológico y una muestra visible de su evolución, en las postrimerías del siglo XIX, tanto los hermanos Lamiere, en Francia; como Thomas Alva Edison, con su equipo de técnicos, en los Estados Unidos de América, habían inventado, de manera casi simultánea, con algunas diferencias técnicas y de concepción mecánica y con diferente nombre, sistemas de reproducción de imágenes en movimiento que genéricamente serían reconocidos como cinematógrafo.

Cabe señalar que Edison mandó a Durango para tomar la primera película que se tiene registrada la cual presenta a unas señoras lavando ropa en las inmediaciones del arroyo San Vicente después conocido como Acequia Grande y hoy bulevar Dolores del Río, así como también se realizaron tomas de la corrida de toros aquí en Durango, ambas duran un corto tiempo.

La primera función del cinematógrafo en Durango fue del 17 de abril de 1898 en el teatro Coliseo (ahora teatro Victoria), promovida por el músico y empresario Alberto M. Alvarado, quien contrató a Salvador Toscano, enviado de Thomas Alba Edison, para esta primera y exitosa temporada.

Esta primera función de cinematógrafo fue descrita por la prensa de la época de la siguiente manera: «Hemos tenido el gusto de asistir al teatro y hemos podido convencernos de que la fama del admirable aparato, el cinematógrafo Lumiére, es justísima y cuanto pudiera decirse en su elogio sería muy válido, pues las combinaciones que se han presentado son soberbias y apenas y hay algunas que no se han aplaudido con entusiasmo… Nosotros deseamos que así continúe sucediendo por todo el tiempo que tengamos tan culta diversión…”. A partir de esa fecha el funcionamiento del teatro fue alternando como salón de cine y sala de teatro.

La primera sala de cinematógrafo construida como tal fue el Salón Paris, situado en la Primera Calle de Teresas número 5 (ahora calle Juárez, entre Pino Suárez y Francisco Sarabia), iniciando sus funciones el 19 de marzo de 1907.
En febrero de 1908 un grupo de promotores estadounidenses abrieron el Teatro Bijou en el exhotel de Iturbide (Constitución y 5 de Febrero), más tarde llamado Teatro Juárez, y al final del año Teatro Golondrina, el cual funcionaba exclusivamente como sala de cine. Ese mismo año se inauguraron dos nuevos establecimientos: El Teatro Hidalgo ubicado en el antiguo Mesón de Santa Ana y, el Salón Rojo frente a la Plaza de Armas (donde hoy está un banco HSBC). En 1910 Alberto M. Alvarado abrió el Teatro Lírico en la Plazuela Baca Ortiz. Luego ese año abrirían el Cine Alcázar que se ubicó en el barrio del Calvario y el Cine Olimpia en la calle de Constitución.

Incendio en el cine teatro Golondrinas, al momento de la quemazón los guardia hicieron disparos al aire en son de alarma, se presentaron rápidamente el jefe Político, Bracho y Gómez y el inspector General de Policía, se logró sofocar el fuego que ya había consumido la caseta de madera donde estaba el proyector, el fuego empezaba a expandirse al techo de madera, pero logró controlarse con la ayuda de particulares como Alfonso Castellanos Haff, que abrió una de las puertas que daban a la calle Principal y Julio Guerrero, que cortó la corriente de la planta de luz eléctrica, y con el auxilio de los bomberos del municipio y de la Mercería Alemana. Las pérdidas materiales se calcularon en mil 500 o dos mil pesos, y las desgracias personales, no pasaron que uno de los propietarios del cinematógrafo perdiera las cejas y las pestañas

Inauguración del Teatro Principal fue el sábado 25 de mayo de 1940, a las nueve de la noche, cuando se inauguró el teatro Principal (hoy Ricardo Castro) con el siguiente programa:

Primero Obertura por la Orquesta dirigida por el profesor Granados.

Segundo Recepción de las bellas señoritas invitadas de honor.

Tercero Declaratoria de inauguración por el C. Gobernador del Estado.

Cuarto Discurso Oficial por el Señor licenciado José Estrada Ch.

Quinto Selecciones Clásicas a cargo de las Sritas. Eulalia Ruiz, Nena Donneaud y Carmelita Moreno, discípulas de la Sra. Belén Santa María de Murphy.

Sexto «Caro Nome» de Rigoletto de Verdi, a cargo de la distinguida señora Carmen Alvarez R.

Séptimo Canciones por «Rubia y Morena», el «Trío Argentino» y Blanca Margarita artistas de la XEW, fieles intérpretes de Agustín Lara.

Presentación personal del Barítono de Argel Emilio Tuero, acompañado al piano por Mario Ruiz Armengod, pianista Compositor, quienes deleitaron al público con el más selecto y moderno repertorio. Segunda parte, Magnífica Selección de Números Cortos.

Única exhibición de la Espectacular Súper Producción Luz que se apaga con el más grandioso de los repartos: Ronald Colman, el supremo actor romántico de la pantalla, Walter Huston, Ida Lupino y millares de extras. Primera vez que esta novela se llevaría con fidelidad. Precios: Luneta dos pesos, anfiteatro un peso y galería 50 centavos.

Inauguración del cine Durango. Fue el 20 de diciembre de 1957, a las ocho y media de la noche, que se inauguró el cine Durango en Aquiles Serdán y Victoria, con los últimos adelantos como calefacción, aire acondicionado, pantalla curva de 20 metros, sonido magnético de cuatro bandas con bocina en el lunetario, proyección Cinemascope, pantalla panorámica y Vista Visión. El programa de inauguración se inició con la obertura ejecutada por la Banda del Estado dirigida por Salvador de la Rosa. A continuación, desfilaron las bellas madrinas de la inauguración del cine: Elma Stevenson, Julieta González de la Vega, Rosa Ávila, María Teresa Elorduy, Georgina Stenner, Olivia Muñoz, María Teresa Plauchud, Alicia Torres Fournier. Después vendría la formal inauguración por el doctor y maestro Francisco González de la Vega, gobernador constitucional del estado, acompañado por el licenciado Rafael Hernández Piedra, Presidente Municipal del Ayuntamiento de Durango y por el general Alberto Bello Santana, comandante de la Décima Zona Militar y altas autoridades de la localidad. Acto continuo vinieron las palabras del representante de Exhibidores de Durango S. A. Finalmente se proyectaron en la majestuosa pantalla, a colores, en cinemascope y sonido magnético de cuatro bandas, las superproducciones Anastasia con Yul Brynner y Helen Hayes, y Almas perdidas con Robert Mitchum. La entrada tuvo un precio de siete pesos, parte de los cuales se destinaron a la Navidad del Niño Pobre.

La permanencia voluntaria en otro tiempo podía uno llegar a los cines citadinos con la función ya iniciada y permanecer en la siguiente función para ver la parte de la película que le había faltado, o bien permanecer para requemarse la película o películas otra vez si mucho le habían gustado, a eso se le llamaba derecho de permanencia voluntaria. Hoy ese derecho de permanencia voluntaria ya no existe, pues lo echan fuera a uno y aprisa apenas termina la película; la permanencia voluntaria forma parte del cine que se nos fue, y se nos fue sin remedio.

Los acomodadores de los cines, Por los años cincuenta y hasta por los años sesenta, trabajaron en los cines de la localidad los «acomodadores»; individuos que, lámpara de pilas en mano, por una cómoda propina auxiliaban a los espectadores a buscar butaca en la oscuridad de la sala cuando se llegaba iniciada la función y el cine estaba casi lleno. Ahora está uno expuesto, de llegar tarde, a sufrir un azotón y que lo bese el diablo.

El Cine Alameda

Este cine que por muchos años existió por la calle Madero, frente a la Plazuela Baca Ortiz, fue inaugurado en el mes de julio de 1957 y era propiedad del hombre de empresa don Jesús H. Martínez.

Historia gráfica de Durango, tomo II, pagina 313 a 319, Antonio avicia Hernández. 5.- El teatro en Durango cuatro ensayos históricos Pedro Raigoza Reyna. P. 55-61.

Imágenes obtenidas del grupo «Durango Antiguo» del Facebook.

Síguenos en: Google News Notigram

Últimas Noticias icon arrow right

Deja tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *


Notigram