Este 8 de julio, el número de víctimas de suicidio aumentó a 96 en el estado. Las cifras del Instituto de Salud Mental del estado de Durango (ISMED), indican que este año se han registrado 25 casos más que en 2020.
La directora del instituto, Soledad Ruiz Canaán, destacó que son muchos factores los que llevan al individuo al suicidio, pero se da en «sociedades en descomposición», ya que en éstas «hay alteraciones importantes».
A pocos días del inicio del séptimo mes del año, suman casi 100 casos, lo que se traduce en 25 más que los presentados en el mismo lapso, pero del año pasado.
De éste modo el incremento del fenómeno es hasta el momento de 35.21 por ciento.
El psiquiatra Manuel González, advirtió que las personas jóvenes son uno de los sectores más vulnerables.
Hasta el momento, de los 96 suicidios documentados, tres fueron víctimas que tenían entre nueve y 17 años de edad.
Por esto, dijo que es necesario estar pendiente, particularmente de los niños y adolescentes, de los «cambios de conducta, cambios emocionales», ya que el suicidio rara vez viene sin conductas previas que alertan sobre su posibilidad.
Ruiz Canaán, recalcó que este tipo de muertes son evitables, por lo que «los padres de familia deben estar muy pendientes a síntomas y signos que están presentando los adolescentes, que muchas veces tienen miedo de que los regañen».
De acuerdo con los casos registrados en Durango, las principales víctimas de suicidio en la entidad se encuentran entre los 18 y 29 años de edad.
La entrevistada, indicó que el problema está ligado a la falta de oportunidades laborales y de desarrollo para una vida digna.
«Si no hay trabajo, si no hay empleo, si hay pobreza que es en donde más estragos causa los problemas de una descomposición social, lógicamente son factores de riesgo a que la gente busque una salida fácil», comentó.
Durango, Gómez Palacio y Lerdo son los municipios con más víctimas, pero el ISMED reconoce que cada vez hay más casos en demarcaciones como Mapimí.
Esto no solo muestra el incremento en suicidios, afirmó Manuel González, sino un avance en la desestigmatización.
«Siempre ha pasado pero antes muchas veces esto no se reportaba por vergüenza», dijo.
Algunos hechos se han registrado en los domicilios de las víctimas, otros en lugares públicos, lo que a decir del psiquiatra no obedece a algún fenómeno en especial, ya que hay suicidios planeados y otros espontáneos.
Explicó que, «esto corresponde más bien a la personalidad y al tipo de situación que se presenta (…) una cantidad de suicidios son impulsivos, la persona no planeó, simplemente algo sucedió emocionalmente y viene una crisis».
Como sucede con otros problemas de salud, los relacionados con la parte mental son menos atendidos debido al estigma que esto genera.
La directora del ISMED, refirió que todavía «la gente dice ve con el psicólogo» y responden «no pues si no estoy loco», lo que muestra «el estigma de la misma sociedad, que propicia que la gente no busque ayuda profesional».