Por: Carolina Cúpich

Los nacimientos son una tradición que, año con año la mayoría de los mexicanos instalan en sus hogares para representar y celebrar el nacimiento de Jesús.

Los nacimientos navideños, también conocidos como belenes o pesebres navideños, son la representación del nacimiento de Jesús y este suele ser armado desde el día 8 de diciembre, cuando se conmemora a la Virgen de la Inmaculada Concepción.

De esta forma, las familias acuden a diferentes lugares para adquirir cada una de las figuras que conforman a dicha representación y uno de los lugares más concurridos por los duranguenses es el mercado Gómez Palacio.

De acuerdo a lo manifestado por don Manuel Cervantes, uno de los comerciantes del mercado, las ventas se ven un poco flojas, ya que apenas este miércoles las autoridades les permitieron abrir sus locales; pero aseguró que ni la pandemia logra quitar el espíritu navideño y las personas poco a poco acuden para comprar sus nacimientos o esa figura que el año pasado por algún motivo se quebró.

Sin duda los estilos, formas, tamaños, materiales, colores  y precios varían, pero el significado sigue siendo el mismo.

Cada figura tiene un valor y un significado en cada pasaje del nacimiento incluso el mismo diablo que, a decir de don Manuel, muchas personas no lo quieren poner.

Por su parte el señor Héctor manifestó que este año será un poco diferente, ya que quienes más adquieren estos pesebres navideños son los paisanos, los cuales compran y se llevan al país vecino para también venderlos, ya que allá los precios se llegan a triplicar.

Sin duda no importa el presupuesto que se tiene para la instalación de este tradicional nacimiento, sea chico o grande, de colores o de un solo estilo, con luces y música, lo importante es seguir preservando esta hermosa tradición.