Policías ejecutaron a jovencitas hace un año, pero no hay justicia y sus familiares exigen que se castigue a los responsables.

El caso de los policías que ejecutaron a dos jovencitas, ocurrió la madrugada del 27 de enero de 2020. La justicia no ha alcanzado a los asesinos.

Andrea Candelaria, de 20 años, así como Ana Carolina, de 18 años, ambas originarias de Tamazula, Durango, son las jovencitas estudiantes sacrificadas.

Como en su tiempo lo informamos, eran aproximadamente las 01:00 horas, de aquel 27 de enero, cuando  sucedieron los trágicos hechos.

Ellas en compañía de otra pareja viajaban en auto Honda, Accord, color gris, de la ciudad de Culiacán, Sinaloa, a sus domicilios ubicados en Tamazula.

Justamente al pasar por Sanalona, un grupo Elite de la Policía Estatal (PE) de Sinaloa, disparó contra  el auto y las balas hicieron blanco en las jóvenes.

En el lugar de la agresión falleció una y la otra, lesionada fue trasladada por los mismos agentes a un hospital de Culiacán, pero murió.

Aunque en un principio los estatales dijeron que solo repelieron la agresión a balazos de los ocupantes del auto Honda, luego quedó claro que mintieron.

Las versiones siguientes fueron en el sentido de que les marcaron el alto y que al desobedecer les dispararon, aunque otra es que se equivocaron.

Demandas de justicia

Ante las demandas de justicia, Cristóbal Castañeda Camarillo, Secretario de Seguridad Pública de Sinaloa, dijo que los 20 agentes involucrados estaban concentrados.

Juan José Ríos Estavillo, el fiscal General manifestó que se integraría la carpeta de investigación correspondiente, incluso se habló del arresto de un oficial.

El gobernador de Sinaloa, Quirino Ordaz Coppel, dijo que se haría justicia y los deudos hasta el entregaron una carta al presidente Andrés Manuel López Obrador.

En la misiva le explicaron bien que se trataba de un vil asesinado, ante lo que se comprometió a ordenar una investigación para que se esclareciera el caso.

Cuando este miércoles 27 de enero de 2021 se cumple un año de la ejecución de las dos jovencitas, todo ha sido promesas de justicia.

El caso del doble homicidio permanece impune y los deudos de las dos jóvenes estudiantes no se cansan de exigir justicia.

Ante esta demanda de que se detenga a los responsables, las autoridades sinaloenses se muestran  mudas, ciegas y sordas.

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