El festejar el cumpleaños de los empleados es un detalle que la empresa tiene para hacer sentir especial a cada parte de su equipo, pero dicha celebración puede ser molesta para algunos.

Este es el caso de Kevin Berling, quien sufre de ansiedad y comentó a su empresa, Gravity Diagnostics en Kentucky, que no deseaba festejar su cumpleaños en el trabajo porque le trae malos recuerdos de la infancia y denota su ansiedad.

Pero el 7 de agosto de 2019, durante la pausa para el almuerzo, Berling se vio sorprendido por sus compañeros con la típica canción Happy Birthday y un pastel lleno de velas.

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Dicho y hecho según afirma, sufrió un ataque de pánico y se fue a su automóvil a despejarse. Sin embargo, al día siguiente su jefa y un colega hablaron con él por «robarle la alegría a los compañeros».

La empresa argumentó que Kevin se puso violento y “agredió verbalmente a ambos, apretando los puños y los dientes, con la cara roja y temblando”, por lo que fue despedido.

El joven de 29 años demandó su despido como “discriminación por motivos de discapacidad” y esta semana ha ganado el juicio, por lo que la empresa deberá pagarle una indemnización de 450.000 dólares.

La noticia que se ha vuelto viral regresa el debate de que si el cumpleaños deberá ser festejado o no en la empresa.