Un nadador profesional vivió una experiencia surrealista al ser escoltado y protegido por un grupo de delfines de un tiburón.

Los delfines son considerados uno de los animales más inteligentes del mundo por ser sociables, comunicativos y juguetones. En redes hay un tipo de contenido dedicado especialmente a esta especie donde muestran sus habilidades y datos curiosos sobre ellos, pero hay un caso muy especial que destaca.

Adam Walker es un reconocido nadador profesional británico y en 2014 quiso cumplir uno de sus sueños: cruzar nadando las 16 millas del Estrecho de Cook que separa las dos principales islas de Nueva Zelanda. Sin embargo, este hecho se volvió aún más especial porque mientras Adam nadaba un grupo de delfines se acercó a él y lo acompañó por más de una hora acercándose lo suficiente para que incluso él los tocara.

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Lo que Adam ni sus acompañantes se había percatado es que también un tiburón blanco se había acercado. «Miré hacia abajo y vi un tiburón unos metros debajo de mí, traté de no entrar en pánico, ya que tengo un objetivo para cruzar a nado con éxito«, declaró el nadador.

Fue entonces cuando los delfines, como un mecanismo de defensa usual, formaron un anillo protector al rededor de Adam cuando el tiburón había comenzado a acercarse.

“No puedo decir si los delfines vinieron en mi ayuda como una manada, ya que no pueden hablarme, sin embargo puedo decir que después de unos minutos el tiburón desapareció y los delfines se quedaron conmigo durante otros 50 minutos, lo cual fue una experiencia increíble. Me gustaría pensar que me estaban protegiendo y guiando a casa”, dijo el atleta a Marlborough Express. “Este baño se quedará conmigo para siempre”, aseguró.

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