La Presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Norma Piña, dio su segundo y último informe de labores en un pleno cargado de polémica.
En esta ocasión, Piña denunció una «campaña de desprestigio» y «deslegitimación» en contra de los juzgadores, proveniente «desde el poder» y esencialmente intensificada durante la transición de Gobierno.
En el acto, que contó con la presencia de integrantes del Consejo de la Judicatura y del Tribunal Electoral, se notaron notables ausencias que no pasaron desapercibidas. La Presidenta de la Corte, Claudia Sheinbaum Pardo, no asistió, al igual que la Magistrada presidenta Mónica Soto, el Magistrado Felipe Fuentes y el Magistrado Felipe de la Mata.
Estas ausencias han sido interpretadas como un reflejo de la tensa relación entre el Poder Judicial y el Gobierno Federal. En su discurso, Piña Hernández destacó la importancia de la Reforma Judicial y los desafíos que enfrenta.
«La Reforma Judicial no es una historia de vencedores o vencidos», afirmó.
Sin embargo, señaló que dicha reforma se está construyendo en base a una «narrativa falsa» que busca deslegitimar el trabajo de los jueces y magistrados.
La Ministra presidenta criticó duramente las acciones del Gobierno federal en lo que concierne al Poder Judicial y recordó la votación en contra del proyecto del Ministro Juan Luis González Alcántara Carrancá sobre la constitucionalidad de la Reforma Judicial, donde se intentó cambiar la votación con el fin de aprobar el proyecto con menos votos de los requeridos.
Piña también cuestionó por qué no se propuso una reforma para otras instituciones como las policías, fiscalías, comisiones de víctimas y el sistema penitenciario.
Destacó que los ataques al Poder Judicial se intensificaron con decisiones que no fueron del agrado del Gobierno, lo que llevó a calificar a los jueces de «traidores» y «corruptos».
En cuanto a la independencia judicial, la Presidenta de la SCJN reiteró la importancia de contar con un Poder Judicial fuerte y autónomo para garantizar los derechos humanos y la democracia en el país. En un momento en el que se limita la posibilidad de presentar amparos contra cambios constitucionales, Piña enfatizó que la justicia va más allá de las leyes y los tribunales, es una cuestión de derechos humanos, ética y dignidad.
El informe de labores de la Presidenta de la SCJN estuvo marcado por la denuncia de los ataques recibidos «desde el poder» y la defensa de la independencia judicial en un momento de polarización política en el país. La ausencia de figuras clave del Gobierno y miembros del Congreso subraya la tensa relación entre el Poder Judicial y el Ejecutivo.
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