Chimalhuacán, Estado de México.- A pesar de que la contingencia por COVID-19 se presta para sacar la mejor versión de la humanidad y a estar unidos aunque físicamente no sea así, los delincuentes se empeñan en seguir haciendo de México, un lugar peor.

Es muy bien conocido en este país el chantaje de la delincuencia como extorsión y que se la ha conocido como derecho de piso. Pero ante las mafias que tienen el control práctico del país, el no pagar este derecho de piso representa automáticamente represalias contra el implicado o su familia, o bien sus bienes materiales.

Este es exactamente el caso que ha ocurrido en Xaltipac, que es un municipio de Chimalhuacán en el Estado de México, que sigue presumiendo negativamente que es un campo de batalla. Los delincuentes quemaron un autobús como parte de las consecuencias de no obedecer a la mafia.

En el Estado de México seguían operando un gimnasio y una escuela de baile en plena pandemia

El vehículo era de Wendy, una ciudadana de EdoMex, ella es residente del vecino municipio de Nezahualcóyotl, ella denuncia que previo a que le quemaron el autobús, hubo un previo aviso, pues recibió una carta con la solicitud de dinero como pago para dejarla trabajar, de lo contrario le quemarían su vehículo de trabajo.

Fue en la calle Llano Verde esquina con avenida Las Torres donde los maleantes le quemaron el autobús, hasta la ubicación arribaron los elementos de Protección Civil y Bomberos para sofocar el fuego, era un Mercedez Benz registrado en la Ruta 1.

Ya se investiga el suceso para intentar dar con los culpables, de haberlos, pero serpa muy complicado por el tipo de asociaciones delictivas a las que pertenecen comúnmente, reiterando así que la ilegalidad en la que vive el Estado de México es triste e impresionante.

El autobús que los delincuentes quemaron sufrió pérdida total y por lo pronto Wendy se quedará sin su fuente de ingreso principal.