El rescate de indigentes en Durango está mostrando resultados sorprendentes, según Arturo Galindo, titular de la Coordinación Estatal de Protección Civil (CEPC). Personas que pasaron años en la calle, con problemas de adicción al alcohol y las drogas, ahora han recuperado su conciencia e incluso han conseguido empleo, reintegrándose a la sociedad de manera productiva.

Rescate de indigentes en Durango avanza con éxito

Desde hace seis meses, el programa de rescate de indigentes ha intervenido en la vida de 25 personas en situación de calle. De ellas, tres ya egresaron de los centros de rehabilitación y actualmente se encuentran en Casa Hogar Durango Nuestra Esperanza. Recibieron atención psiquiátrica, psicológica, médica y espiritual, logrando una transformación impresionante en poco tiempo.

Casos como los de Lidia Francisca y Martín, quienes llevaban hasta 20 años viviendo en las calles y eran conocidos por su deterioro físico y mental, demuestran que la rehabilitación y el rescate de indigentes pueden dar frutos. Muchas personas creían que su daño era irreversible, pero hoy tienen una nueva oportunidad. Han superado sus adicciones, recuperado su autoestima y ahora llevan una vida estable.

El éxito del programa radica en la combinación de apoyo profesional y humano. No solo se trata de retirar a las personas de la calle, sino de brindarles un acompañamiento integral que les permita reconstruir su vida.

Programa de rehabilitación cuenta con apoyo de padrinos

Una de las claves del programa es la figura de los padrinos, quienes juegan un papel fundamental en la recuperación de los beneficiarios. Este programa no depende de fondos gubernamentales, sino de la solidaridad de la sociedad civil, empresarios, funcionarios públicos y ciudadanos comprometidos.

Existen dos tipos de padrinos:

• Padrinos económicos: Cubren los gastos del tratamiento con aportaciones de 3,000 pesos mensuales en especie. Estas donaciones incluyen alimentos y suministros para los centros de rehabilitación. El padrinazgo dura entre 3 y 6 meses, dependiendo de las necesidades del beneficiario.
• Padrinos de acompañamiento: Brindan apoyo emocional, visitando a los beneficiarios semanalmente y fungiendo como una familia sustituta para ellos. Este seguimiento es clave para que los indigentes no recaigan en sus adicciones y se sientan motivados a seguir adelante.

Actualmente, el programa cuenta con 35 nuevas becas, lo que permitirá rescatar a más personas en situación de calle. Además, se está buscando ampliar la red de padrinos para continuar con el proceso de rehabilitación y reinserción social de más indigentes.

Centros de rehabilitación en Durango ofrecen una nueva oportunidad

En la actualidad, siete centros de rehabilitación en Durango trabajan en conjunto con el programa para ofrecer un tratamiento integral a los beneficiarios. La meta es colaborar únicamente con instituciones que cuenten con altos estándares de calidad y que garanticen una verdadera posibilidad de recuperación para los pacientes.

El tratamiento de rehabilitación puede durar entre dos y seis meses, dependiendo del estado de cada persona. Durante este tiempo, los indigentes reciben atención médica, terapias psicológicas y apoyo espiritual para fortalecer su recuperación. Posteriormente, son trasladados a Casa Hogar Durango Nuestra Esperanza, donde comienzan su proceso de reintegración social y laboral.

Uno de los mayores logros del programa ha sido la recuperación de tres personas que ya tienen trabajo y están comenzando una vida nueva. Esto demuestra que, con el tratamiento adecuado y el apoyo necesario, es posible transformar vidas.

El objetivo final del programa es intervenir a todas las personas en situación de calle que tengan problemas de adicción al alcohol o las drogas. La meta es lograr que más indigentes tengan una segunda oportunidad y puedan reinsertarse en la sociedad de manera productiva.

Un esfuerzo conjunto para cambiar vidas

El rescate de indigentes en Durango es un claro ejemplo de lo que se puede lograr cuando la sociedad se une en favor de una causa noble. Gracias al trabajo conjunto de instituciones, padrinos y centros de rehabilitación, muchas personas que parecían haber perdido toda esperanza han logrado salir adelante.

Este programa ha superado todas las expectativas, logrando lo que muchos consideran “milagros”. Los testimonios de los beneficiarios muestran que, con el apoyo adecuado, es posible cambiar el rumbo de sus vidas y ofrecerles un futuro mejor.

Si más personas se suman como padrinos, este esfuerzo podrá continuar y más indigentes podrán recibir la ayuda que necesitan para transformar su realidad.