El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha firmado un decreto que suspende la entrada de inmigrantes a través de la frontera sur con México.

En un comunicado de la Casa Blanca, se explica que esta orden ejecutiva responde a lo que se considera una invasión a los Estados Unidos.

El mandatario, amparándose bajo la Ley de Inmigración y Nacionalidad, ha encargado al Departamento de Seguridad Nacional, al Departamento de Justicia y al Departamento de Estado la implementación de medidas para repeler, repatriar y expulsar a inmigrantes que intenten cruzar de manera ilegal.

Además de esta medida, Trump ha autorizado el despliegue de 1,500 efectivos militares en la frontera sur, comprometiéndose una vez más con la promesa de reforzar la seguridad fronteriza y controlar el paso de migrantes.

La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, ha reforzado esta decisión, señalando que el presidente está cumpliendo con una de sus principales promesas de campaña.

Esta decisión ha sido motivada por la solicitud de protección de algunos estados, incluido Texas, ante lo que consideran situaciones de invasión que afectan su seguridad y bienestar.

Aunque las decisiones de inmigración polarizan a la opinión pública, este anuncio representa un paso firme por parte de la administración Trump para controlar los flujos migratorios a través de la frontera con México y mantener el orden en lo que ellos consideran un asunto de seguridad nacional.