Hidalgo del Parral. – Perros callejeros en Parral, un problema del que nadie se hace responsable, luego de la muerte de una mujer víctima de un ataque de un perro, la psiscosis se hace presente en algunos sectores.
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Perros callejeros en Parral, un problema del que nadie se hace responsable, pese a que hay una asociación a cargo del centro de bienestar animal, no se atienden reportes de perros en maltrato o perros bravos que representan un peligro para la comunidad.
Sobre todo en la colonia Federico Ferro (Parral Vive), los vecinos denuncian mediante números de emergencias perros bravos en la calle pero seguridad pública dice no tener jurisdicción o alcance para atender dichos hechos, además de que es una zona con una sobrepoblación cabina preocupante.
Cuando los perros llegan a tener dueño, seguridad pública solo se limita a llamar la atención a la persona para que lo encierre, pero los propietarios no atienden los llamados y los perros bravos siguen en las calles.
Por otro lado, existe un centro de bienestar animal creado en esta administración, mismo del que está a cargo una asociación civil, pero de este tipo de casos no se hacen cargo, solo cuando el perro es el maltratado, reconociendo su labor pero también haciendo hincapié en que se necesita atender también la problemática de perros que representan algún peligro para la sociedad.
El lamentable caso de la muerte de una mujer tras el ataque de un perro, mismo que si tenía hogar, ha despertado una psicosis entre la población, ya que en Parral existen muchos perros callejeros y otros con dueños que no los atienden, pero no hay un área específica que pueda atender también las denuncias cuando los perros pueden causar afectaciones a la población.
Han habido casos en Parral donde la misma fiscalía ha asegurado algunos canes en situación de maltrato, pero está la otra cara de la moneda, las denuncias de mascotas agresivas que nadie atiende ni quiere atender.
Esto también puede representar un riesgo de maltrato animal, pues como consecuencia del ataque mortal registrado en la ciudad, algunas personas pueden sentirse amenazadas por algún can y reaccionar a tal grado de causarle daño a las mascotas cuando la situación no era la pensada.