Chihuahua. – Muere paciente del IMSS mientras médicos tenían fiesta con mariachi en el Hospital, acusan de negligencia y familiares procederán legalmente tras su fallecimiento.

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Muere paciente del IMSS mientras médicos tenían fiesta con mariachi, un presunto caso de muerte por negligencia médica, ha conmocionado a la comunidad Chihuahuense.

Lo anterior, tras la muerte de Alejandro Estrada Pedraza, conocido como «El Bolis», de 47 años, quien falleció la madrugada del jueves en el Hospital General Regional 1 «Morelos» del IMSS de la ciudad de Chihuahua.

Según lo relatado por su hermana, Gabriela Estrada, Alejandro fue ingresado al hospital el viernes 29 de noviembre con un absceso en el vaso y se encontraba a la espera de una operación para su extracción.

Sin embargo, durante los días previos a su fallecimiento, su salud empeoró debido a la falta de atención médica oportuna, ya que estuvo hospitalizado por más de dos semanas, pero su operación fue postergada varias veces.

A pesar de estar en condiciones estables para la intervención quirúrgica, el personal médico no apareció durante el fin de semana pasado, e incluso se alegó que hubo una fiesta con mariachis en el hospital, como lo denunció él mismo en un video grabado el 29 de noviembre.

En dicho video, se puede escuchar música de mariachi y Alejandro se quejaba de la falta de atención médica, mencionando que el subdirector y el doctor encargado de su caso estaban presentes pero no lo atendieron.

El 2 de diciembre, Alejandro escribió a sus familiares y amigos lamentando que su salud se había deteriorado, ya no podía hablar con claridad debido al oxígeno y su estado empeoraba cada vez más.

Los médicos solo se presentaron cinco días después, cuando su condición ya era crítica. Intentaron realizarle una intervención para extraer el líquido de sus pulmones, pero el daño ya era irreversible.

Gabriela Estrada relató que los médicos le informaron que sus riñones habían dejado de funcionar y que la situación de su hermano era terminal.

El jueves 5 de diciembre, después de su fallecimiento, el personal médico registró en el acta de defunción de Alejandro el diagnóstico de choque séptico, absceso del vaso, insuficiencia hepática aguda o subaguda y cirrosis hepática alcohólica de años.

Sin embargo, la familia de Alejandro insiste en que la falta de atención médica y las demoras en su tratamiento fueron determinantes para su muerte.

En palabras de Gabriela, «lo dejaron morir en el hospital Morelos, lo mataron… los médicos no hicieron nada».

La familia ha manifestado su intención de proceder legalmente para que la muerte de Alejandro no quede impune.

Mientras tanto, su cuerpo está siendo velado en la funeraria La Cineraria, ubicada en la avenida Universidad y Ramírez Calderón.