Santa Bárbara, Chihuahua.- Ciudadanos convierten en basurero las inmediaciones del panteón municipal de Santa Bárbara, situación que se ha venido acrecentando desde hace varias administraciones.

Perros refrescandose en aguas negras, desechos sobre lápidas, bolsas que ondean con las corrientes de viento, y un paraje que demuestra la creciente “urbanización” del municipio; es el panteón – basurero de Santa Bárbara.

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En primera instancia es de mencionar que la problemática citada a continuación no corresponde del todo a la actual administración en el municipio de Santa Bárbara, pues se conoce que este viene ya desde hace más de 30 años de antigüedad y nadie le ha querido entrar al problema.

Sin hacer más largo el cuento se trata del panteón-basurero, ese que se encuentra justo antes de entrar al municipio. Sitio que por años y diversas administraciones ha estado en la mira de los reflectores, y este no deja de ser el caso debido a que en la redundancia, “un panteón y un basurero municipal” han formado un peculiar ecosistema.

Como primer detalle se pudo observar que la entrada al basurero está a un costado del panteón, un camino de terracería da acceso al lugar. A estos dos sitios los separa únicamente una delgada pared de “barro”, si, de barro.

Una vez avanzamos por dicha entrada, en un lapso de no más de 15 segundos se llega al basurero, es tan notorio el cambio que en cuanto se llega, los cúmulos, pilas, terrones y atizos de basura adornan por todo el lugar.

Una de las cosas que más nos llamó la atención fue un perro. Pero que podría haber sido de interés en esta redacción cuando se habla de un perro?, pues este se metía a diestra y siniestra a bañarse a un pequeño charco de aguas negras, era tan normal para él entrar, salir, y hasta darse vueltas dentro de esa agua tan contaminada a simple vista. Era un chapuzón refrescante.

Como en todo relleno sanitario quienes trabajan en este sitio se encuentran “pescando” lo que les pueda ser de utilidad, en este tenor pudimos presenciar como entre dos de ellos cargaron un sillón y se lo llevaron atras de unos montones de basura. Pareciera que lo fueron a esconder de los demás como propiedad suya.

La vista de este lugar en cuestión puede ser desagradable para muchos, ya que se encuentra todo a la mirada lleno de desperdicios, contaminación y una clara suciedad visual, sin embargo es cuestión de abrir un poco los ojos y tratar de apreciar como se ha formado un “ecosistema” entre estos dos espacios.

Hablamos de un “ecosistema”, ese en donde la diversidad de fauna, vegetación y demás elementos forman un ambiente común. Pues aquí el caso no es diferente, ya que las personas que acuden a visitar el lugar de descanso de aquellos que dejaron el plano terrenal atrás, conviven con los malos olores del lugar.

Malos olores, basura por todas partes, desperdicios hasta en los rincones más escondidos del cementerio, estos aspectos forman parte de la peculiar visita al panteón y más que nada, representan una normalidad para los santabarbarinos, pues ya están acostumbrados a todo lo descrito anteriormente.