Con su traje COVID bien puesto, rosario en mano y la estola sobre sus hombros, este sacerdote visita diariamente a los pacientes COVID-19 en el Hospital General de Durango.

Hasta dos horas dedica para hacer oraciones y platicar con quienes están encamados, incluso intenta motivar a los que permanecen sedados. El riesgo no le importa cuando de llevar fe se trata.

Es el sacerdote Fermín Rodríguez Lobatos, y es conocido porque oficia misa en la Catedral de Durango.

La finalidad, dice, es llevar esperanza a los contagiados de COVID-19. Cuando sale de la sala de pacientes encamados, pide a familiares que sigan orando.

Portar el traje de protección no es fácil, «ya que a los cinco minutos comienzas a sudar. Si usas lentes, estos se empañan», indicó el médico Roberto.

«Es una acción demasiado humanista y de vocación, de una persona que ya se contagió una vez y sigue adelante con su labor», expuso Brillo Ceniceros en su cuenta de Facebook.

El padre Fermín ya es muy conocido por su trato de amabilidad y responsabilidad, sin embargo su fama ha captado mayor fuerza por estas acciones para los enfermos.

No importa si hay cansancio, todos los días recorre los pasillos del área COVID-19, en el Hospital Genral 450, donde la ocupación de camas ya se reporta al 100 por ciento.

Las imágenes del sacerdote que visita a pacientes ya se hicieron virales en Twitter y Facebook, pues los usuarios comparten la imagen, reaccionan y desean mucha salud al religioso.

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