Por: Alberto Palacios Z.

Ciertamente inició algo dinámica la semana, principalmente en los temas partidistas, porque apenas salimos de un proceso electoral cuando ya estamos con el siguiente encima.

Quien prendió los ánimos en el tema político fue Ali Gamboa, la síndico priista en la administración panista por haber publicado una foto con René Bejarano hace un par de semanas, mostrando que comenzaba a moverse en la vía morenista, pero el error fue del propio «señor de las ligas» por haber venido a Durango a destaparla como aspirante a la candidatura de la 4T a la presidencia municipal de Durango, abriendo la puerta a contener a quien sea sin importar su partido, lo que está mal, muy mal.

Aquí, Bejarano demostró que no conoce la situación política de Durango ni a los morenistas, porque se aferra a decir que Ali es un cuadro competitivo, cuando ella no ha sido candidata de mayoría desde 2013, porque a partir de 2016 se dedicó a acaparar todos los espacios plurinominales por cuota de género, hizo una convocatoria y elección a puerta cerrada para la dirigencia del ONMPRI y se llevó todo el padrón para hacer su asociación civil, para seguir regateando posiciones por votos, así que competitiva no es, desleal y abusiva, lo dejo a su criterio.

Por esto es difícil imaginar por qué se aferra tanto Bejarano en que sea Ali, la priista, quien abandere a Morena. ¿Será que ya le prometió algún beneficio económico o político? ¿Él realmente puede siquiera opinar sobre las candidaturas en Durango? No creo.

Obviamente, las mujeres morenistas no se podían quedar calladas y se posicionaron figuras como Sandra Amaya, tres veces legisladora, primera mujer en presidir el Congreso del Estado y recientemente ganadora de un proceso electoral a diferencia de la tricolor; también Margarita Valdez, senadora reelecta, y la dirigente estatal Lulú García, quienes coincidieron en que si se quieren sumar actores de otros partidos a Morena, bienvenidos, pero van a llegar a trabajar y hacer fila, no a abanderar candidata que merecen quienes apoyaron la 4T con Andrés Manuel López Obrador y ahora con Claudia Sheinbaum.

Considera que las y los morenistas deben cerrar filas en torno a sus propios perfiles y no permitir la intervención o infección de entes oportunistas.

Por otro lado, se está comenzando a retomar el trabajo del municipio de Poanas, donde se quedaron acéfalos tras la lamentable pérdida de la alcaldesa Araceli Aispuro, pero ya sesionó el Cabildo para nombrar como encargada de despacho a la primera regidora, Eva Salas Delgadillo, de manera provisional, mientras el Congreso del Estado define quién será el o la presidenta municipal lo que resta de la administración, que sería un año; en ese contexto, parece que la mayoría de los ediles ven con buenos ojos y brindarían su respaldo al Síndico Ernesto Saracho, quien fue el dirigente municipal del PRI que recuperó la estructura tricolor para asegurar el triunfo en 2022, incluso, para muchos era el candidato natural, pero no dudó ni un momento en ser institucional y honrar la alianza con el PAN para que la maestra Araceli fuera «la buena» en esa elección, por lo que los diputados locales podrían verlo como la opción más viable para que siga funcionando el Ayuntamiento de manera óptima, aunque son varios los que quieren el cargo.

Así las cosas en el ámbito político, y parece que las aguas no se van a calmar hasta las vacaciones de diciembre, para volver a la tormenta en enero, y hasta que no se definan ganadores en 2025, esto no va a parar.

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