Por: Víctor Salas
Como es sabido por la sociedad Duranguense, la tarde del martes 8 de marzo se realizó la marcha de las mujeres, donde exigieron justicia e igualdad, pidieron respeto hacia su persona y señalaron a los hombres que las han acosado y han tratado de hacerles daño.
Afortunadamente, esta manifestación resultó en saldo blanco, a excepción de algunas bardas que resultaron grafiteadas, entre ellas las paredes de la Catedral, frente a la Plaza de Armas. Ante ello, muchos comentarios surgieron en las redes sociales, algunos a favor y otros en contra de estas acciones.
Al entrevistar a algunos ciudadanos, la mayoría hombres, expresaron que, desafortunadamente, se tiene una triste cultura, «vemos la libertad como libertinaje. La verdad es que apoyamos mucho la causa de la mujer, y estamos de acuerdo en que no haya violencia contra ellas, pero la realidad es que practicar este tipo de vandalismo nos afecta a todos como ciudadanos», mencionó uno.
Otra persona comentó que, si ellas piden respeto, la ciudadanía también quiere respeto. También hubo quienes dijeron que la marcha de las mujeres se respeta: «Yo apoyo a las mujeres, pero el detalle es que ellas no respetaron ni una iglesia, como la Catedral de Durango».
«No estamos de acuerdo en que exigen respeto y, en realidad, ellas no lo tienen por la gente de Durango», expresó otro.