En relación con el tema de maltrato animal, un hecho desafortunado se presentó en Tecámac, Estado de México, en el que, sin piedad alguna, un hombre arrojó a un perro en aceite hirviendo, razón por la que podría pasar hasta seis años de prisión.

Al respecto, Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), señaló que de acuerdo con un informe de la Fiscalía del Estado de México, el sujeto que aventó al perro en aceite hirviendo primero habría discutido con el dueño de una carnicería y después realizó la agresión.

Afortunadamente, Sergio «N», fue detenido por elementos de la Fiscalía de Justicia del Estado de México y de la Secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana. 

Asimismo, Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, expresó su opinión y dijo que sería importante que se haga consciencia de que estas cosas no deben de suceder, no deben de admitirse y tienen que ver mucho con la formación que se da desde la edad temprana de la vida, tenemos que ir haciendo consciencia del amor al prójimo y del amor a los animales”.

Por otra parte, Jaquelín Carreón, presidenta de ‘Ser Luz y Tierra’, aseguró que como protectores de animales, han luchado mucho en cuestión de leyes e incluso está tipificado en el código penal desde el año 2014 como un delito que amerita cárcel desde tres meses hasta cinco años de prisión y con los comentarios emitidos por parte del presidente de la República de que castigarán a estas personas se beneficiaría mucho y que en el Congreso del Estado aumenten la pena hasta seis años o más.

De igual manera, manifestó que como sociedad no se tiene la empatía ni la cultura de respetar todo lo que hay alrededor, «desafortunadamente nos topamos con este tipo de casos, algunos son apuñalados, ahorcados, mutilados, en ocasiones primero los torturan antes de matarlos. Tristemente, no entendemos que un niñato siente igual que nosotros y como sociedad debemos educar a los más pequeños y hasta los más grandes que cometen actos de esta índole pensando que un animal no vale nada».

Por: Víctor Salas