En un contexto social cada vez más complejo, la diputada local Doralia Campos Rosas, representante de Morena, presentó una importante iniciativa en el Congreso del Estado de Durango: la creación de salas de bienestar emocional en los centros educativos. Esta propuesta busca atender de manera integral las necesidades emocionales de niñas, niños y adolescentes, promoviendo una educación inclusiva que contemple el desarrollo emocional como parte fundamental del aprendizaje.

Bienestar emocional en el centro del sistema educativo

Durante su intervención, Campos Rosas subrayó que los estudiantes enfrentan a diario situaciones de estrés, ansiedad, depresión y, en algunos casos, violencia. Todo esto afecta directamente su rendimiento escolar y su salud integral. La diputada afirmó que el entorno escolar debe ser también un espacio seguro para el desarrollo emocional, no solo un lugar para adquirir conocimientos académicos.

Las salas de bienestar emocional estarían diseñadas para ofrecer contención, orientación y acompañamiento psicológico desde una etapa temprana. Además, permitirían identificar de manera oportuna posibles trastornos y canalizar a los estudiantes a servicios especializados. Esta medida preventiva fortalecería el tejido social y contribuiría a una sociedad más empática y equilibrada.

Salud mental como prioridad en Durango

La legisladora hizo hincapié en que la salud mental debe ocupar un lugar prioritario dentro de las políticas públicas de Durango. Aseguró que modelos similares, implementados tanto en otras entidades del país como a nivel internacional, han demostrado ser exitosos al reducir la deserción escolar, mejorar el desempeño académico y fomentar el respeto y la convivencia sana.

Con esta propuesta, la diputada busca que la educación en Durango se transforme en un espacio integral de crecimiento, donde se promueva no solo el conocimiento, sino también el bienestar emocional de los jóvenes. “En la Cuarta Transformación, el bienestar del pueblo es nuestra prioridad”, concluyó.

Esta iniciativa representa un paso firme hacia una educación inclusiva, que realmente considere todas las dimensiones del desarrollo humano. Invertir en salud emocional es invertir en el futuro de Durango.

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Por: Antonio Gaytán