La leyenda de la Cuca Mía, es una de las más conocidas en Durango, ya que su lápida es una de las más visitadas en el panteón de oriente, en este lugar descansa Refugio Sáenz Rodríguez a quien se conoce como Cuca Mía.

Se dice que fue esposa del General Gabriel Gavira, Cuca Mía llamada así por su esposo, falleció en ausencia del general, víctima de la gripe española que ocasionó muchas muertes. En cuanto el general regresó de su viaje, se encontró con una desagradable sorpresa, Cuca Mía fue sepultada en el cementerio. Tristemente y tras  su fallecimiento el general ordenó a su tropa que exhumaran el cuerpo.

Lo extraño del caso es que al observar se dio cuenta que tenía los signos de las personas que son sepultadas con vida. El terrible dolor que vivió Gavira era insoportable, mandó traer un médico y pidió velarla durante dos días seguidos, pero lamentablemente no era factible.

Es por ello que en el Panteón de Oriente existe un monumento realizado por Benigno Montoya y el único firmado por el artista, este monumento nos muestra dentro de su iconografía a los pichoncitos que quedan huérfanos y a los pies la paloma fallecida que representa a Cuca Mía, colocándose en la parte inferior del monumento un poema como epitafio:

Fue a un tiempo honrada y hermosa raro en mujer, sin fortuna cual ninguna, cariñosa discreta como ninguna. Nuestras vidas se fundieron de amor al fuego candente, más las iras atrajeron del que dichas no consciente y arrebatar mi tesoro llegó la muerte impía llevándose a la que adoro en mi ausencia, mi amada Cuca Mia.

Por: Víctor Salas