Por: Karla Tinoco
El próximo 29 de marzo se cumplen dos años del asesinato de Juan de Dios Muñiz Ibarra, defensor de los derechos de pueblos originarios en Mezquital y El Nayar, Nayarit.
El crimen cometido en contra de este líder social deja en vulnerabilidad a los habitantes de la sierra baja de Mezquital, pues comunidades indígenas de Durango como Torrecillas, Bancos de Calítique, La Tinaja, entre otras beneficiadas por las gestiones sociales, se han visto afectadas señala Solyenitzin Pinedo Ruiz, familiar del activista asesinado.
Lamentablemente, a raíz de su muerte, las organizaciones sin fines de lucro dejaron de asistir a estas comunidades “por temor a la inseguridad o enfrentar alguna situación similar a la que pasó mi tío Juan de Dios”.
Jennifer Deras Torres, actual diputada del Partido Verde Ecologista de México, durante su gestión como presidenta del DIF municipal de Mezquital mantenía contacto con él para hacer llegar los apoyos a las comunidades duranguenses que se encuentran en pobreza extrema:
“La coordinación que teníamos Juan Muñiz Ibarra y yo, era porque él conocía las necesidades de la zona sur, tenía contacto con la gente y nosotros estábamos en la cabecera municipal a tres horas (…) entre más alejada la comunidad por la falta de caminos, y con la sequía, existe la necesidad de una persona como él que se encargaba de humanamente llevar en la medida de las posibilidades”.
Juan de Dios Muñiz, fue regidor por alianza PAN-PRD-PT-PRS (2017-2021) en El Nayar, cuya población es mayoritariamente de pueblos originarios. Unos meses después de terminar su gestión, fue acribillado por dos sujetos en un camino de terracería en Nayarit tras haber tenido diferencias políticas con el actual presidente municipal, Eugenio “N”.
“Existen dos personas que enfrentan un proceso, los cuales son los asesinos materiales de Juan de Dios Muñiz, pero hay señalamientos directos del actual alcalde del municipio de El Nayar, como el principal probable responsable. Como familiares, amigos, y otras organizaciones hemos realizado infinidad de manifestaciones, protestas en el Congreso de Nayarit, frente a Palacio de Gobierno, e incluso frente a Andrés Manuel López Obrador y en cuatro ocasiones lo hemos abordado directamente”.
En la presentación del Plan de Justicia para el Pueblo N’ayeri, en Del Nayar, Nayarit, en septiembre de 2022 el presidente Andrés Manuel López Obrador, se comprometió a que este crimen no quedaría impune:
“Va a haber justicia para el regidor que perdió la vida, que fue asesinado. Vamos a que se haga Justicia”.
Hasta agosto de 2023 la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH documentó el asesinato o la desaparición de 46 defensores indígenas desde 2019, en el que solamente en uno se ha emitido una sentencia condenatoria en contra de los agresores.
Las entidades donde se han presentado el mayor número de agresiones a activistas de los pueblos originarios son: Oaxaca con 20 casos, Chihuahua con 5, Guerrero con 4, Michoacán con 4 y Chiapas con 3.
La necesidad de justicia ha llevado a los familiares, amigos y personas originarias de diversas comunidades indígenas de Mezquital a buscar ser escuchados ante la censura de la que han sido víctimas en Nayarit.
“Recurrimos a este medio, porque en Nayarit nos sentimos censurados, porque a pesar de las manifestaciones y protestas que hemos hecho, no hemos sido lo suficientemente visibles”.
Durante una manifestación realizada en el Congreso de Nayarit, Solyenitzin Pinedo expuso la necesidad de la intervención de los organismos internacionales como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para que se garantice la protección los pueblos originarios.
Jennifer Deras, actual legisladora por el distrito que comprende Mezquital, reconoce que, ante la falta de infraestructura carretera, los pobladores que viven en situación de precariedad y pobreza resultan mayormente afectados.
“Muchas veces él lo hizo bajo su propio recurso. Brindarle el apoyo a la gente, tanto del Nayar en Nayarit como de Mezquital, por estar en los límites con Durango, se les facilitaba más bajar a la zona de Nayarit que trasladarse hasta la capital de Durango.
La ausencia de un líder social, como Juan Muñiz, va a ser falta porque las necesidades y las carencias en las comunidades indígenas, siempre hay. Él que estaba más al pendiente de ellos, que uno que recorre cada cierto tiempo el municipio, y es por eso que hay que tener la coordinación con ellos”.
Aunque en los últimos años las autoridades federales han buscado crear planes de justicia que atiendan los entornos sociales de los pueblos indígenas, se deben garantizar medidas para evitar actos de estigmatización, criminalización y violencia en contra de personas indígenas, sobre todo en el contexto de implementación de proyectos de desarrollo y defensa de sus derechos humanos.