Ante la amenaza de deportaciones masivas de paisanos, anunciadas por el próximo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el temor sobre el impacto en los duranguenses radicados en ese país, el gobernador de Durango, Esteban Villegas Villarreal, expresó su postura sobre la situación y las medidas que se están tomando para recibir a los migrantes que puedan regresar a su estado.
Villegas señaló que la posibilidad de deportaciones masivas no es una situación sencilla y está influenciada por factores imprevisibles como los recientes incendios en California, que han destruido más de 10,000 casas.
“Lo que realmente necesitarán será mano de obra para la reconstrucción de esas viviendas, por lo que la deportación podría no ser tan inmediata como se piensa”, comentó el mandatario.
El gobernador también mencionó que recientemente sostuvo una conversación con el gobernador de Coahuila, Manolo Jiménez, quien informó sobre las mesas de trabajo con el Gobierno de México en las que se están organizando espacios de refugio y protocolos para la recepción de deportados.
En caso de que las deportaciones se lleven a cabo, los estados fronterizos, como Durango, estarían listos para canalizar a los migrantes a refugios, registrarlos y coordinar su retorno a sus comunidades de origen.
Villegas destacó que Durango está preparado para recibir a los paisanos que pudieran llegar, especialmente considerando las nuevas oportunidades laborales que se estarán generando con las inversiones extranjeras y que demandarán mano de obra para su construcción.
“Estamos en una posición favorable para ofrecerles empleo en estos proyectos, lo que permitirá que la integración sea más fluida”, explicó.
Además, subrayó la importancia de la colaboración de todos los gobernadores, de diferentes partidos, con la presidenta Claudia Sheinbaum. “El país debe estar unido en estos momentos, y no permitir divisiones. Mi trabajo es que a Durango le vaya bien, y sé que trabajando juntos, como una nación, podemos afrontar esta situación”, afirmó Villegas.
Aunque aún no se sabe con certeza cuántos duranguenses podrían verse afectados por las deportaciones, el gobernador expresó su confianza en que el estado tiene la infraestructura y la disposición para recibirlos de la mejor manera posible.
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Por: Antonio Gaytán