En Durango, la pobreza, la carestía de los productos de la canasta básica y el cierre de cada vez más empleos genera un ambiente de zozobra que impide vivir con tranquilidad; este entorno limita iniciar con altas expectativas el año nuevo.
Según datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social (Coneval) 2022, el 34.3 por ciento de la población en Durango vive en situación de pobreza, es decir, que presentan una carencia social o no cuentan con un ingreso suficiente para satisfacer sus necesidades.
Una de las habitantes de los polígonos de pobreza es Adriana Gómez. Vive en una de las calles de la colonia Predio Constitución, un sector habitacional con pobreza extrema en el que algunas familias construyen su patrimonio a base de cimientos de madera y se protegen del frío con bolsas de hule.
Las intensas masas de frío que se han resentido en las últimas semanas lo mitigan con un anafre que encienden a la entrada del cuarto, donde duermen sus tres hijos y su esposo: “Tenemos mucho frío, ponemos un bracero o un calentón para mitigar el frío, lo ponemos afuera antes de entrar a la casa.
—¿Qué cenaron la Nochebuena?
—Unos tamales que mi hija compró y ponche.
—¿Y para celebrar el Año Nuevo?
—No tenemos dinero para festejar el Año Nuevo. Yo creo que va a iniciar el año muy pobre, con bajos recursos.
Según datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), que realiza mensualmente el Inegi, en noviembre la desocupación laboral en Durango fue del 3.1 por ciento, es decir, 26 mil 203 personas no consiguieron trabajo.
Uno de ellos fue el esposo de Adriana, quien en noviembre pasado fue despedido. Desde entonces, el único sustento que reciben es el que aportan sus hijos mayores por trabajar en algunos empleos cerca de su domicilio: “No nos alcanza, de hecho, mi esposo ahorita no tiene trabajo nada más mis dos hijos grandes, porque mi esposo no tiene trabajo ahorita. Mi hija trabaja en una tortillería de harina y mi hijo en una purificadora de agua”.
A unas cuadras de la vivienda de Adriana también está la casa de Adela Hernández. En su casa habitan 10 personas, entre sus hijos y algunos nietos, y llegan a ser hasta 15 cuando se integran otros miembros que viajan desde la sierra para estar unos días en la ciudad: “Somos 10 personas, y a veces bajan de la sierra y somos hasta 15 o 20″.
—¿Cómo le hacen para diversificar el gasto?
—Compramos diariamente hasta dos kilos de frijolitos para ponerlos a cocer en el calentón, ya nada más hacemos una sopita y eso comemos. Ahorita como está la situación, la carestía ya no nos da para más, y si queremos comer bien, vamos a gastar más de lo que no tenemos.
—¿Les llega algún tipo de apoyo?
—No. A mi suegra sí le llega, pero a toda la familia no nos dan becas para los niños, ni nada.
El frío también lo enfrentan con un anafre que encienden en la cocina y así pueda calentar un poco el resto de los cuartos que están alrededor: “Vamos al aserradero a buscar leña y pongo lumbre y con eso nos calentamos”.
Del gasto cotidiano se encargan varios miembros de su familia, porque no hay salario que alcance para mantenerlos a todos: “Yo trabajo dos o tres días por semana en casa y salimos adelante, pero no alcanza. Me pagan 250 pesos por día. Mi hija también trabaja en la maquila, pero ahorita no está trabajando porque son vacaciones, pero ella también tiene los gastos de su familia y el dinero no rinde. Lo que gana uno, bajita la mano, no rinde”.
Según la asociación ‘México, ¿Cómo vamos?’, en Durango el 6.3 por ciento de la población vive en pobreza extrema, esta medición lo ubica como el estado más pobre del norte del país, por encima de Zacatecas, quien tiene el 5.1 por ciento en este rubro.
La medición realizada por México, ¿Cómo vamos?, es a través de los datos del Coneval 2022, quien también refirió que la pobreza extrema se presenta cuando las personas presentan tres o más carencias sociales y no tienen un registro suficiente para adquirir una canasta alimentaria.
Para la integración de la canasta básica, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural contempló una lista de 40 productos de primera necesidad conformados por alimentos, artículos de limpieza e higiene personal y bienes complementarios a precios preferenciales.
Según la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), Durango presenta el precio más alto de la canasta básica de la región centro-norte con 888.40 pesos, adquiriendo los productos de la canasta básica en la central de abastos Francisco Villa.
Por: Karla Tinoco