Este martes 25 de marzo de 2025 marca un antes y un después en la historia de Durango: entra en operación la primera etapa de la planta potabilizadora que llevará agua potable de calidad a miles de hogares en la capital del estado. El anuncio fue realizado por el gobernador Esteban Villegas Villarreal a través de sus redes sociales, destacando la importancia de esta obra largamente esperada.

Durante su mensaje, Villegas relató cómo este proyecto enfrentó múltiples obstáculos a lo largo de los años, incluyendo varias negativas a nivel federal. Sin embargo, su insistencia y gestión directa con el entonces presidente de la República permitieron concretar lo que hoy se convierte en una realidad: el arranque del sistema de potabilización más importante en la historia de Durango.

Planta potabilizadora garantiza agua potable en Durango

La nueva planta potabilizadora fue diseñada para tratar 1,100 litros por segundo de agua superficial proveniente de la presa Guadalupe Victoria. Esto permitirá sustituir paulatinamente las fuentes subterráneas actuales, muchas de las cuales tienen altos niveles de flúor. Esta condición había provocado un problema de salud conocido como «dientes manchados», que afectaba principalmente a niños y jóvenes en la capital.

La infraestructura incluye una obra de toma en la presa, una planta de bombeo con capacidad de 2,750 l/s y seis bombas centrífugas horizontales. A través de un acueducto a presión de 10.4 km, el agua es conducida a la planta, donde se somete a tratamientos técnicos en dos módulos principales de 550 l/s cada uno. Una vez potabilizada, el agua fluye por gravedad hacia los tanques gemelos ubicados en la Preparatoria Diurna, y de ahí se distribuye a diferentes puntos de la ciudad.

Con este sistema, se estima que se podrán cerrar varios pozos subterráneos, lo que contribuirá a la recuperación de los mantos freáticos y a la sustentabilidad hídrica del municipio.

Beneficios de la planta potabilizadora para Durango

Los beneficios de esta planta son múltiples y de alto impacto. En primer lugar, garantiza el acceso a agua potable segura y de calidad para la población, lo que representa una mejora directa en la salud pública. Además, se pone fin al estigma nacional de los “dientes manchados”, relacionado con el consumo prolongado de agua con flúor.

En segundo lugar, esta infraestructura permite al estado planear a futuro. La planta forma parte de una estrategia integral que contempla una segunda y tercera etapa, así como la construcción de la presa El Tunal II, con la que se busca asegurar el abasto de agua para las próximas generaciones.

El gobernador afirmó que este proyecto es un acto de responsabilidad y de visión a largo plazo: “El agua es invaluable. Esto es darles un seguro de vida a nuestros hijos”, señaló.

Finalmente, invitó a la ciudadanía a seguir este momento histórico a través de los medios de comunicación, recalcando que este tipo de obras son resultado del trabajo con fe, buena voluntad y visión de futuro.

El 2025 es el año del renacimiento de Durango, y esta planta potabilizadora es uno de los pilares de esa transformación.

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