En al menos cinco ocasiones en los 461 años de historia de Durango, esta ciudad estuvo a punto de quedar despoblada por diversas razones: migración, saqueo, epidemias, razones políticas y la destrucción absoluta que dejaron los revolucionarios. En estos episodios narrados por Javier Guerrero Romero, investigador del Instituto de Investigaciones Históricas de la UJED y cronista de la ciudad, se cuenta como la tranquila y callada ciudad colonial, estuvo a punto de no ser.
1.- Durango nace por una razón política y no económica
El 8 de julio de 1563 el entonces gobernador Francisco de Ibarra funda la capital del Reino de la Nueva Vizcaya, conformada actualmente por los estados de Sonora, Sinaloa, Chihuahua, y Nuevo México Durango.
El investigador Javier Guerrero Romero señala que el nacimiento de ésta última entidad obedece a una razón política y no económica, pues sería la capital del Reino de la Nueva Vizcaya alejada de la zona de minas.
“Para que la ciudad de Durango permanezca, entrega a aproximadamente 25 colonos con sus familias que llegan, se establecen aquí y se les entregan tierras para que ellos puedan cultivar, tener animales y sobrevivir. Pero ellos no venían a sobrevivir, ellos venían a hacerse ricos. Ellos eran españoles y mestizos que formaban parte del grupo de conquistadores que venían con Francisco de Ibarra.
Al descubrirse más minas los conquistadores, dicen: nosotros no venimos a estar cultivando ni estar criando animales, cuando los demás se están haciendo ricos en las minas. En 1574-1575 o menos de 10 años de fundada la ciudad deciden irse a donde están descubriéndose las nuevas minas en el distrito minero de Santiago Papasquiaro y Guanaceví, dejando sola a la Ciudad de Durango”.
La ciudad sobrevive por influencia del párroco de la primera iglesia que se había fundado, y por la permanencia de algunas autoridades enviadas por el gobernador Francisco de Ibarra para que buscaran el regreso de los colonos que habían migrado en busca del sector minero.
2.-DESCUBRIMIENTO DE MINAS DESATA MIGRACIÓN
Un segundo momento en el que se despobló la ciudad fue a mediados del siglo XVI tras el descubrimiento de las minas en Indé y Guanaceví. De acuerdo con los datos del historiador de la UJED esa es la segunda vez que prácticamente queda abandonada la ciudad y se sostiene porque es la autoridad la que se queda aquí y unos cuantos colonos más.
“Era una ciudad que tenía aproximadamente 120-130 habitantes cuando se fundó y habitaban los colonos junto a sus familias, no superó esa cantidad en todo el siglo XVI, porque se iban y regresaban unos pocos, luego se iban nuevamente y regresaban otros.
La ciudad se empieza a consolidar un poco en 1620 cuando se nombra Obispo a Fray Gonzalo de Hermosillo para la Diócesis de Durango, quien se establece y trae consigo toda una orden y vida eclesiástica, viene una actividad alrededor del funcionamiento del obispado y eso hace que haya más vida en la ciudad de Durango y se empieza a recomponer”.
En 1634 un incendio destruye la iglesia de la Asunción de María, sede de la diócesis y su reconstrucción comienza a detener la migración generando que poco a poco se establezcan en la ciudad.
3.- PARRAL QUIERE SER LA CAPITAL
En 1634 una vez que se descubre el distrito minero de Parral resurge un nuevo movimiento migratorio en el que Durango se queda despoblado:
“El gobernador, primo del obispo, decide cambiar la capital a Parral. La capital era la Villa de Durango, pero él decide unilateralmente cambiar la capital a Parral porque ahí estaba circulando el oro y la plata.
En ese momento la ciudad queda en manos únicamente de la Iglesia y la vida eclesiástica, y la poca administración que había del capitán general era el jefe de la guarnición militar y se llevó todo. Era el grueso de la población se va a Parral y la ciudad se vuelve a constreñir”.
Durante el siglo XVII la ciudad estuvo a punto de ser abandonada y sufría de los ataques de los indígenas nativos, aunque por su localización estratégica obtuvo apoyo del virreinato para evitar su despoblamiento.
“El cambio de la capital a Parral originó que la iglesia católica emprendiera un litigio contra el gobernador que culminó más de 100 años después, en el que para 1748 el Rey falla e indica que tiene que regresar la capital a Durango, y aquí viene la administración pública y con ella también la recuperación de la ciudad”, señala el historiador.
4.- EPIDEMIAS ARRASAN
Antes del siglo XVIII enfermedades como viruela e influenza prácticamente despoblaron la ciudad.
“Estamos hablando de que murió la tercera parte de la población y otra parte de la población se fue a lugares más fríos, porque se consideraba que no se contagiarían. Prácticamente se despobló Durango, estamos hablando de una ciudad que no llegaba ni a los 10 mil habitantes y si se pierde la tercera parte de su población, se deprime”.
Por otro lado, la capital duranguense está nuevamente a punto de desaparecer con la creación de la República Federal, hace 200 años, en el Acta Constitutiva de los primeros días de enero de 1824 no aparece el Estado de Durango.
“Se crea un estado nuevo que se llama Estado Interior del Norte tiene por capital Chihuahua, lo que implicaría volver a cambiar toda la administración pública en Chihuahua y volver a deprimir la ciudad de Durango. Un año antes (1823) el Ayuntamiento y la Diputación provincial habían promovido una idea que era la creación de una Federación, es decir, una nueva República y se pretendió de la Nueva Vizcaya separar de la República Mexicana”.
Ante este intento separatista se viene la discusión para conformar la nueva República. Después de varios intentos por aglomerarse, se divide la federación en tres: Durango, Chihuahua y Nuevo México, dándole su capital a cada uno de ellos.
5.- LA DESTRUCCIÓN DE LOS REVOLUCIONARIOS
En junio de 1913 la ciudad de Durango es tomada por los ejércitos revolucionarios y se destruyen poco más de 100 inmuebles de comercios e industrias y se saquean todas las casas. Aunque otras ciudades lograban reconstruirse ante la crisis, en Durango la situación fue distinta:
“En el caso de Durango fue diferente: llegan los revolucionarios, toman la ciudad y la dejan en ruinas y el gobernador (Pastor Rouaix) emite la primera Ley Agraria en México y en 1914 mediante un decreto, establece que quien se haya ido de la ciudad y regrese, le van a ser incautados sus bienes. Las personas que se fueron eran quienes tenían dinero y al impedirles regresar, la ciudad de Durango no se reconstruye como las demás ciudades, y ahí inicia el retraso contemporáneo de Durango”.
Es así como este 2024 Durango cumplió 461 años de su fundación, desafiando epidemias como el Covid-19, buscando mayores alternativas de desarrollo que lo impulsen a lograr mayor estabilidad económica para con ello, también enfrentar la migración.