El diputado local Noel Fernández Maturino, del PRI, presentó una iniciativa en el Congreso del Estado de Durango para establecer límites máximos de ruido en zonas habitacionales. Esta propuesta busca reducir los problemas derivados por vecinos ruidosos, quienes frecuentemente alteran la tranquilidad y el bienestar de quienes habitan viviendas unifamiliares y multifamiliares.
Vecinos ruidosos afectan la convivencia en zonas habitacionales
La iniciativa destaca que los vecinos ruidosos son una causa recurrente de conflictos entre habitantes de fraccionamientos, condominios y barrios. Al vivir tan cerca unos de otros, incluso una pared delgada puede ser la única separación entre hogares. El uso excesivo de aparatos de sonido, instrumentos musicales, voces elevadas y actividades ruidosas a deshoras generan molestias constantes.
Fernández Maturino señaló que la falta de empatía y el desconocimiento de los efectos del ruido prolongado empeoran la situación. A través de esta propuesta, se busca establecer límites máximos de decibeles: 55 durante el día (6:00 a 22:00 horas) y 50 por la noche (22:00 a 6:00 horas).
Contaminación acústica también daña la salud
Más allá de la molestia vecinal, la contaminación acústica representa un problema ambiental y de salud pública. Estudios han demostrado que la exposición prolongada al ruido puede causar pérdida auditiva, trastornos del sueño, enfermedades cardiovasculares, deterioro cognitivo y afectaciones psicológicas.
Esta problemática no solo es generada por vecinos ruidosos, sino también por el tráfico, las construcciones y la actividad industrial en las ciudades. El artículo 26 de la Constitución local reconoce el derecho a un ambiente sano, y en ese marco se promueve esta legislación.
Sanciones por ruido excesivo
La iniciativa contempla sanciones basadas en la Ley de Gestión Ambiental Sustentable de Durango. Las personas que superen los niveles de ruido permitidos podrían enfrentar desde una advertencia hasta multas de hasta 20 mil veces el valor de la UMA, además de servicios comunitarios o arresto por 36 horas.
Con esta medida, se espera mejorar la calidad de vida, reducir los conflictos por vecinos ruidosos y fomentar una convivencia más armónica en las comunidades duranguenses.
Por: Antonio Gaytán
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