Esta mañana Antonio Sifuentes Álvarez, Director de la Facultad de Medicina y Nutrición de la Universidad Juárez del Estado de Durango, ofreció una rueda de prensa con el objetivo de aclarar una serie de denuncias que han surgido en redes sociales luego del lamentable suicidio de Leo, un joven estudiante de esta facultad, por lo que aseguró, ya trabajan en atender la salud mental de los estudiantes de medicina.

Al iniciar esta rueda de prensa, el Director de la Facultad de Medicina lamentó la perdida de Leo, a quien calificó como un estudiante ejemplar, no solo por sus excelentes calificaciones, sino porque jamás se vio envuelto en problemas con los docentes, administrativos o demás compañeros.

En este sentido, expresó que buscando ayudar a la salud mental de los estudiantes se instalará en la facultad un departamento de atención psicológica especializada, a la par, indicó que de manera semestral se les realizarán pruebas psicológicas a los estudiantes para detectar los padecimientos mentales y poderlos atender para evitar lleguen a tomar decisiones tan graves como es quitarse la vida.

En este sentido, el director de esta Facultad fue cuestionado sobre los señalamientos en redes sociales, donde alumnos y exalumnos de la facultad dejaron ver su molestia al asegurar que los catedráticos de medicina les decían qué medicamentos podía utilizar para quitarse la vida y hasta les daban el domicilio exacto para conseguir los insumos necesarios, a lo que el director respondió lo siguiente:

«Cada profesor es libre expresarse y es su propia responsabilidad… Yo no tengo hasta este momento ningún reporte donde los profesores hagan lo que los medios dicen, que insisto, no crea que lo dude, no, pero yo tengo que actuar de acuerdo a la normatividad…», de modo que explicó no tiene ni una sola denuncia de este tipo para que se investigue al docente que incite a los jóvenes a cometer un acto suicida, «es muy fácil tirar la piedra y esconder la mano», sostuvo el director.

Con esta aclaración, Sifuentes Álvarez, dijo estar consciente de que los alumnos de la facultad viven momentos de estrés y ansiedad, y aunque pretendan atenderlo, la calidad educativa no bajará por ninguna razón, pues están preparando a los médicos del mañana y el aprendizaje no es moneda de cambio.

Por: Harimm García