La planta potabilizadora que aprobó el presidente Andrés Manuel López Obrador para Durango, es una obra que viene a cambiar la calidad del agua y, sobre todo, ayudará a los duranguenses a tener una mejor calidad de vida y salud, expuso Yadira Narváez Salas, directora de la Comisión del Agua del Estado (CAED).
Detalló que la potabilizadora tiene un proyecto integral para beneficiar al 100 por ciento de la población, es decir, a los casi 700 mil habitantes de la capital. Aún y cuando se haga en etapas, habría un gran beneficio porque se sacarían pozos de operación, principalmente aquellos que tengan el mayor contenido de flúor y de arsénico.
Subrayó que actualmente Durango está en veda con los pozos porque la extracción del líquido cada vez es más profunda. A mayor profundidad hay mayor riesgo de sustancias peligrosas; en nuestro caso el problema base es el flúor y ahora estamos muy en el límite o por encima del mismo en cuanto a lo permitido para consumo humano.
Cambiando el agua del subsuelo por el uso de agua superficial de la presa Guadalupe Victoria, lo que prevenimos es que los dientes de la población se hagan amarillos e incluso se evita que las personas puedan padecer fluorosis de huesos.
Finalmente, la directora de CAED destacó que proyectos como el de la planta potabilizadora son muy nobles, en los que más allá de colores o de cualquier situación política, implican calidad de vida y salud para la población en general.
Por: Brenda Maurer