Por: Víctor Salas

Las picaduras de alacrán pueden ser dolorosas, pero la gran mayoría suelen ser inofensivas, sin embargo, las picaduras de algunas especies pueden ser mortales, estas se tornan más peligrosas en más niños y personas de edad avanzada.

Edgar Rodríguez, médico especialista en la Secretaría de Salud, manifestó que en lo que va de este año 2023, 786 personas han sido picadas por alacrán y afortunadamente son atendidas con prontitud, no hay ningún deceso, estos animales se manifiestan más en época de calor, sin embargo durante la temporada de frío también existen en menor cantidad.

Los síntomas de una picadura de alacrán pueden incluir: dolor intenso inmediato que dura de minutos a 24 horas, hinchazón, comezón y cambio en el color de la piel, así como náuseas y vómito. Cuando las cosas se pueden complicar el paciente puede tener problemas para pasar saliva, taquicardia, dolor abdominal, insuficiencia respiratoria y agitación.

El especialista de la salud mencionó que lo primordial es mantener la limpieza en los hogares, evitar acumular cajas, basura, suciedad  porque es precisamente en estos lugares donde los alacranes se esconden, asimismo, es importante mencionar que se realizan recorridos frecuentes en las viviendas y si es necesario se les apoya con alguna fumigación.

Dijo que afortunadamente cuentan en los distintos hospitales de Durango con el suero anti alacranico y envían a las zonas alejadas del estado para que también puedan beneficiarse, el médico menciona que Nombre de Dios, Mezquital, Pueblo Nuevo, Canatlan y Suchil, son municipios donde más piquetes de alacrán se presentan.

En caso de ser víctimas de alguna picadura, no es recomendable auto medicarnos ni colocarnos remedios caseros, porque lo único que hacen es prolongar los síntomas y cuando acuden a recibir la atención médica, algunos llegan muy delicados de salud.

Su mayor abundancia se presenta entre los meses de marzo a julio, con dos picos poblacionales: marzo, abril, junio y julio. El primero posiblemente esté relacionado con la época de apareamiento y reproducción (época de secas), y el segundo con la emergencia de la nueva generación (época de lluvias).