Bebés entre los siete muertos del encontronazo
Dos bebés y otros dos menores, así como tres adultos, entre los muertos del encontronazode taxi contra tráiler ocurrido ayer en la tarde.
Los dos bebés que hay entre los siete cuerpos que dejó el brutal choque, tienen entre dos meses y dos años de edad.
Como se lo informamos ayer, el accidente ocurre a eso de las 15:30 horas, en el kilómetro 179 de la carretera que conduce de Cuencamé, Durango, al municipio de Río Grande, Zacatecas.
En el choque participan, un tráiler marca Keenworth, color amarillo, cuyo conductor se dio a la fuga después del impacto, y un eco marca Nissan, March, color amarillo, con placas de Coahuila.
Cuatro hermanitos, entre los muertos
Entre los hierros retorcidos del eco, quedaron prensados, Ángel Felipe, de dos meses de edad, con domicilio en calle Revolución, del barrio de la Liebre, en Miguel Auza, Zacatecas.
Laura Cristal, de dos años, hermanita del anterior, quien tenía el mismo domicilio, es otra de las víctimas mortales.
Sheila Isabela, de 11 años, también hermana de los pequeños mencionados, la que vivía en la misma casa, igualmente falleció.
La cuarta menor muerta es Leila Coral, de siete años, dejó de existir en esos mismos hechos y era hermana de los ya citados.
La quinta víctima mortal de llamaba Laura Isabel Martínez Silos, de 27 años de edad, quien también radicaba en calle Revolución, del barrio de la Liebre, en Miguel Auza, Zacatecas.
Cipriana Mendoza Reséndiz, de 67 años , vecina de calle Cerro del Rebote, del barrio Las Minas, en Miguel Auza Zacatecas, es la sexta de las fallecidas.
El occiso número siete y conductor del eco, se llamaba José Martín Rodríguez Fuentes, de 49 años de edad, vecino de prolongación Presidente Carranza, de la colonia Óscar Flores Tapia, en Torreón, Coahuila.
Luego de que rescataron del taxi los siete cuerpos, los trasladaron al anfiteatro de la Vicefiscalía de la Laguna, para la autopsia y estudios correspondientes.
Fue en realidad muy penoso el rescate de los cadáveres, ya que estaban completamente destrozados, incluso en un principio se dijo que eran solo tres o cuatro, pero finalmente se llegó a la fatídica cifra de siete.
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