La semana pasada cayó con todo y caballo al río, el animal salió del agua, en tanto que a su jinete se lo llevó la corriente.

Fue el jueves cuando cayó con todo y caballo al río, un vecino del poblado San Esteban, del municipio de Guanaceví, Durango.

La historia

El jueves de la semana anterior, en el poblado San Esteban, municipio de Guanaceví, Durango, se velaban los restos de una mujer muy querida en la región.

Al velorio  de doña Amada Lazos acudieron muchísimas personas, de esa y otras comunidades, así como de municipios aledaños.

Cristóbal Payán Serrano, de 33 años, es uno de los que acudió al velorio, donde como se usa, ingirió bebidas embriagantes.

Para retirarse en horas de la noche o madrugada, montó su caballo y avanzo, pero en la mañana hallaron el animal a las orillas del Río Sixtín.

Como familiares y amigos lo buscaron y no encontraron, supusieron que trató de cruzar  el río que a causa de las lluvias iba crecido, por lo que los arrastró la corriente y solo el caballo se salvó.

Durante los días siguientes buscaron a Esteban y no lo hallaron, por lo que lo dieron como desaparecido.

Cuando ayer en la mañana encontraron  un cuerpo sin vida a las orillas de ese río, cerca del poblado San José del Tule, municipio de San Bernardo, los familiares de Cristóbal se interesaron en el tema.

Al acudir  a mirar el cadáver, se convencieron que sí era, lo reclamaron en la Vicefiscalía de la Laguna, a donde fue llevado para practicarle la autopsia de ley.

Vecinos de esa región, señalan que el cuerpo del hoy finado lo arrastró el río por varias comunidades, desde San Esteban, pasando San Rafael, El Tari, para finalmente  dejarlo a la orilla de San José del  Tule, en  San Bernardo.

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