Cuencamé, Durango.- Durante la madrugada del martes, le confesó a su pareja que no quería vivir y se colgó un hombre que padecía de depresión.

Quien le confesó a su pareja que no quería vivir y se colgó, consumía sustancias tóxicas, lo que le provocaba desesperación.

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El suicida número 12 de julio y el 108 del año, se llamaba Edgar Eduardo, contaba con 35 años y tenía su domicilio en el poblado Emiliano Zapata, municipio de Cuencamé, Durango.

De acuerdo a la versión que su pareja Karla dio a las autoridades, durante los primeros minutos de la madrugada, Edgar Eduardo le comentó que ya no quería vivir

Posteriormente se salió de la habitación, a lo que ella no le dio importancia, pero al pasar el tiempo y no regresar, decidió levantarse y buscarlo.

La sorpresa que se llevó la mujer fue enorme y desagradable, ya que lo encontró colgado, por lo que con el ánimo de salvarlo lo bajó.

Posteriormente avisó a sus familiares, los que aunque trataron de reanimarlo, ya estaba sin vida, ante lo que avisaron a las autoridades del pueblo.

Posteriormente el juez de cuartel reportó el caso al personal de la  Vicefiscalía  de la Laguna, enseguida  llegó para recoger el cuerpo y trasladarlo al anfiteatro y practicarle la necropsia de Ley.

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