Canatlán, Durango.- Una jovencita cortaba manzana, cuando al menos cinco sujetos abusaron de ella y como nadie la auxilió, se regresó a su casa.

Belinda, una muchachita de 19 años de edad, es la que vivió la pesadilla en un campamento ubicado en el  municipio de Canatlán, Durango.

Resulta que con el propósito de contribuir al gasto familiar, la joven salió de su casa en el fraccionamiento Versalles, de esta capital.

La intención era que la ocuparan en el corte de manzana, por lo que llegó a Canatlán con la persona indicada y la contrataron.

Para descansar acondicionaron uno de los albergues o dormitorios, donde por la noche se encontraba junto con decenas de pizcadores y pizcadoras.

Debido a que varios de ellos andaban ebrios, comenzaron a manosearla y de éstos reconoció a  Armando, vecino de la región indígena de El Mezquital.

Luego de que durante un buen rato trató de tranquilizar a los sujetos y no lograrlo, decidió quejarse con el encargado del albergue.

Pero lejos de que este la apoyara, le llamó la atención a quienes la abusaron al agarrarle su cuerpo, regañó a la jovencita y casi la corrió.

«Eso te pasa por andar acá, lejos de tu casa», fueron las palabras del encargado, ante lo que la muchacha decidió regresar a su domicilio y fue una tía la que reportó el caso al número de emergencias 911.

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