Durango, Dgo.- Ebrio mata a mujeres policías viales en retén antialcohol, pero también dejó lesionados a otros de sus compañeros.

El ebrio que mata a mujeres policías viales en el retén antialcohol, prefirió arrollarlas en lugar de obedecer el alto, tal como se lo marcaron.

A propósito del recientemente pasado Día del Policía Vial, que se celebra el 22 de diciembre de cada año, decidimos recordar la tragedia, pero también, para demostrar que la labor que desarrollan estos servidores públicos no es tan fácil y menos cuando en ocasiones, principalmente los fines de semana, se enfrentan a conductores en estado de ebriedad.

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Los hechos

Era la noche del 5 de mayo de 2012, cuando agentes de ambos sexos de la policía vial, con el propósito de prevenir hechos de tránsito relacionados con la ingesta de bebidas embriagantes, instalaron los filtros de revisión.

Uno de ellos lo colocaron en el crucero de la calle Colima y avenida Circuito Interior, donde se dividen las colonias Valle del Guadiana y Jardines de Cancún, ahí pegadito fraccionamiento Benito Juárez.

Era de noche y los agentes realizaban su tarea, infraccionaban a los conductores alcoholizados, recogían los vehículos y en grúa los mandaban al corralón.

En un momento dado, le hicieron la parada a una camioneta, dicen que Explorer, el conductor hizo alto momentáneo, pero enseguida aceleró y se llevó por delante a varios de los policías.

Entre los que impactó, se encontraban las oficiales Hilda María Jiménez Torres y Leticia Herrera Delgado, la primera de las cuales falleció en el mismo momento y la segunda quedó gravemente herida, en tanto que otros colegas también sufrieron lesiones de menor gravedad y el ebrio conductor imprimió mayor velocidad.

Para que trataran de salvarle la vida, a Herrara Delgado la trasladó la Cruz Roja a la clínica número uno del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

El esfuerzo que realizaron médicos y enfermeras dio los frutos esperados solo durante cinco días, ya que fue lo que lograron mantenerla con vida, ya que el 10, el mero Día de la Madre, dejó de existir.

Con el paso del tiempo identificaron al agresor y lo arrestaron, pero eso no revivió a las cumplidas agentes, de las que al menos Leticia dejó en la orfandad a sus hijos.

Un año antes había caído otra

Cuando ocurrió esa tragedia, la corporación hacía un año y 18 días que había sufrido la pérdida de una de sus agentes viales.

La noche del 23 de mayo de 2011, la oficial Elizabeth Escobedo Rentería, así como otros patrulleros, acudieron a tomar conocimiento de un accidente vial que reportaron.

El choque de un vehículo contra una barda estaba en la escuela que se ubica sobre el bulevar Domingo Arrieta, pasando el entronque a El Pueblito, frente al fraccionamiento Villas Campestre.

Al llegar los policías, tarde se dieron cuenta de que les pusieron una celada, porque el accidente era fingido y una lluvia de potentes balas los roció.

Ahí quedó sin vida Escobedo Rentería y lesionados varios agentes, a uno de los cuales le dejó secuelas de por vida hasta que falleció mucho tiempo después.

Para aquellas personas que creen que este trabajo es fácil y que no corren peligro, les dejamos esta historia para que la analicen y reflexionen.

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