Tepehuanes, Durango.- Extorsionadores no descansan y algunos les siguen el juego, por lo que viven horas, o días de verdadero terror, ya que los amenazan de muerte.

Respecto a que los extorsionadores no descansan y algunos les siguen el juego, quedó demostrado una  vez más.

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Resulta que el señor Juan, de 60 años de edad y su hijastro Samuel, de 14 años, tienen su domicilio en el municipio de Tepehuanes, Durango.

El día primero de enero, el adulto mayor respondió a un número desconocido, solo para recibir una serie de amenazas y exigencias, las que si no cumplía, la pasaría mal él y su familia.

Lo primero que le pidieron a don Juan, es que junto con su hijastro Samuel se trasladaran a Santiago Papasquiaro y se hospedaran en un hotel.

El abuelito obedeció y rentaron un cuarto en el motel Villa Hermosa, enseguida le pidieron que apagara su teléfono celular.

Posteriormente, le llamaron a su hijastra Perla, a la que le manifestaron que tenían secuestrados al adulto y al menor, y que si no depositaba el rescate, ya no los volvería a ver.

Por tal motivo ella reportó en Tepehuanes la desaparición de su padrastro y hermanito, y con el apoyo del personal de la Policía Estatal (PE) de Santiago Papasquiaro, Durango, los encontraron sanos y salvos en esa ciudad pinolera.

Para que no les suceda este tipo de casos, la recomendación es no responder a números desconocidos y en caso de que lo haga, debe colgar en cuanto lo empiecen  a amenazar.

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