Un joven mata a un señor en plena vía pública, luego de que lo arrolla con el vehículo que conduce rumbo a su trabajo este domingo.

Es durante la noche de ayer, cuando el joven mata a un señor  en una de las calles de Tlahualilo, Durango.

Es en la calle J. Agustín Castro, de la colonia 4 de Noviembre, en la cabecera municipal, donde ocurre el trágico accidente que cobra la vida de un varón.

El lamentable caso sucede, cuando el señor Juan José González López, de 56 años de edad, con domicilio en la calle J. Agustín Castro, de la colonia en mención, se encuentra agachado en la calle.

En esos momentos circula un automóvil marca Nissan, Sentra, color gris,  que conduce  Josué Itehua, de 20 años de edad, vecino de la calle Baja California, en la colonia Zaragoza, en esa ciudad.

Eran las 22:30 horas y debido a que el señor González López  está agachado revisando una manguera y Josué no lo ve, lo atropella y deja mal herido.

Para auxiliar al señor, el joven Josué hace alto y enseguida solicita la presencia de los paramédicos de la Dirección de Salud, ya que no hay Cruz roja, solo que al llegar el peatón ya está muerto.

Al presentarse la policía, detiene al conductor del auto y el Agente del Ministerio Público, ordena el traslado del cuerpo al anfiteatro de la Vicefiscalía de la Laguna, para que le practiquen la autopsia de Ley.

El joven iba a su trabajo

Se sabe que el joven se dirigía al tiende de conveniencia en el que trabaja, y que el hoy fiando tenía un negocio del agua potable frente a su casa.

El vital líquido lo pasa de un lugar a otro con una manguera, pero al paparse esta trata de solucionar el problema a media calle, que es cuando se agacha y lo arrolla.

Familiares del fallecido maltratan a  paramédicos y a la policía

Personas que atestiguan los hechos, comentaron a este medio que los familiares del señor fallecido insultaron a los agentes de la Policía Investigadora de Delitos(PID) y de otras corporaciones.

También a los paramédicos de la Dirección de Salud, ya que según ellos, no llegaron a tiempo para salvarle la vida, a pesar de que el trágico accidente ocurre por un descuido o imprudencia  del propio señor.

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