Mapimí, Durango.- Mató a abuelito con la pistola que no le quiso comprar, con la que también le dio muerte a un testigo.

Quien mató a abuelito con la pistola que no le quiso comprar, tras de robarle dinero a la primera de sus víctimas, escapó fuera del estado, tal vez al creer que nunca lo descubrirían.

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Una vez que el caso quedó esclarecido por parte de la Fiscalía General del Estado (FGE), se supo la versión del doble homicida y ladrón, en cuanto lo que lo orilló a convertirse en homicida y ladrón.

La historia

La noche del 12 de junio, Ángel Misdiel Cabrera Loya, de 25, llegó al domicilio de don Gabino Guajardo García, de 65, ubicado en el ejido La Lucha, municipio de Mapimí, Durango.

La intención de «El Chiquilín», como le apodan, era ofrecerle en venta una pistola calibre .22 milímetros, pero el adulto mayor le respondió que no estaba interesado en hacer la adquisición del arma de fuego.

Esa noche, en la casa del abuelito que se localiza en la comunidad ubicada cerca del poblado Ceballos, de ese mismo municipio, también estaba Miguel Ángel González Ponce, de 36 años.

Este último solo veía y escuchaba, sin intervenir para nada, a pesar de que «El Cholo», como se le conoce también a Ángel Misdiel, se molestó mucho con don Gabino porque no le compró el arma, lo que degeneró en una discusión.

Incluso, el vendedor se alteró tanto, que le disparó a la cabeza con el arma que le ofrecía en venta, ante lo que Miguel Ángel se asustó tanto, que intentó abandonar la casa.

Sin embargo, ante el temor de que lo denunciara con la policía, «El Cholo», como también se le conoce, decidió «asilenciarlo» y lo asesinó de un tiro, para luego esculcar entre las pertenencias de don Gabino, apoderarse de ocho mil 500 pesos que tenía y escapar.

Lo descubrieron

Aunque Cabrera Loya pensó que por no haber dejado testigo jamás se sabría quién cometió el doble crimen, se equivocó, ya que de alguna manera le hicieron los elementos de la Policía Investigadora de Delitos (PID) y lo descubrieron.

Como lo informamos en notas por separado, el criminal escapó hacia Ciudad Juárez, Chihuahua, allá lo localizó la Fiscalía de Durango, lo detuvo con el apoyo de la autoridad local y trasladó a la capital para ingresarlo al Cereso número uno.

El día miércoles, la FGE informó de la sentencia que le dictó el juez, por los delitos de, homicidio calificado y robo agravado:

38 años y medio en prisión, así como el pago de una multa por 674 mil 270 pesos y como reparación del daño dos millones 527 mil pesos.

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