Toda una vida como paramédico de la Cruz Roja
Hay un duraguense que dedicó toda una vida como paramédico de la Cruz Roja, quien acaba de recibir un merecido reconocimiento.
Quien dedicó toda una vida en la benemérita institución, dejó un legado a la sociedad y su noble ejemplo lo siguió su descendencia.
Aunque de este personaje en anteriores ocasiones escribimos sobre su trayectoria, para quienes aun no la conocen, se trata de don Daniel Arturo Gracia Jiménez.
Cuando apenas era un jovencito, su deseo de servir a los demás lo motivó a ingresar como voluntario de la Cruz Roja, el día 8 de agosto de 1962.
Después de brindar infinidad de auxilios a personas accidentadas, lesionadas con arma de fuego, blanca y en percances de trabajo, pero también enfermas, lo ascendieron.
Es así que con el paso de los años, ocupó distintas posiciones en la misma institución, lo que servía como un ejemplo o motivación para su descendencia, para que se dieran de alta como él.
La segunda generación
De tal forma que sus hijos Ricardo, Rubén, Mónica y Alma Daniela Gracia Candia, se convirtieron en paramédicos, pero al paso de los años, ingresó la tercera generación, es decir, sus nietos.
Sigue la dinastía
Ellos son: Ricardo Daniel y Miguel Jorge Gracia Valenzuela, de los que el primero de ellos fue seleccionado para que ayudara en el terremoto de Haití, en el año 2010.
Daniel Humberto Avila Gracia, Ruben Rogelio Gracia García y Luis Arturo Saucedo Gracia, son otros de sus nietos e integrantes de la Cruz Roja, que incluso apoyan a otras instituciones.
A sus 79 años de edad, a Daniel Arturo Gracia Jiménez el sábado sus compañeros le organizaron un reconocimiento sorpresa, por sus 60 años en la Cruz Roja.
Esto fue en el edificio de 5 de Febrero y Reforma, días antes de que la sede se cambie al nuevo edificio del bulevar José María Patoni… Felicidades y agradecimiento por tanta vida que salvó.
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