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Una Segunda Opinión… Más casos que evidencian que la ley no es pareja, no es justa
10/02/2025 - Hace 2 semanas en Durango EstadoUna Segunda Opinión… Más casos que evidencian que la ley no es pareja, no es justa
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Por: Alberto Palacios Z.
En varias ocasiones he usado éste y mis propios espacios para señalar que la ley está mal en muchos aspectos, especialmente desde que se está contaminando de feminismo de cuarta ola, ése que tacha a todos los hombres de criminales en potencia, como el enemigo, como una bestia salvaje que actúa por instinto y por maldad.
Hoy, las redes sociales se han vuelto el escudo que ha servido para que muchos casos de acusaciones falsas, chantajes y agresiones de mujeres hacia hombres sean evidenciados, como pasó la semana pasada con una joven que amenazó a un chófer de servicio de transporte de plataforma para llevarla a donde decía, lo que es lo debido, pero con una actitud grosera, queriendo indicarle hasta cómo manejar, por lo que él decidió terminar el viaje y pedirle que bajara de su vehículo, reportando la situación a quien debía hacerlo, pero la chica comenzó a denunciar vía telefónica que él la estaba acosando y remató con las palabras «ya avanzas o te avientas 5 años de cárcel».
El caso se hizo viral, pero sólo gracias a que estaba siendo grabada en audio y video toda la escena, porque de no ser así, este hombre hubiera sido víctima de la denuncia falsa de la joven, como muchos otros ya lo han sido, porque ellas saben que tienen a la ley a su favor, una justicia que no es pareja, como también lo demostró el otro caso viral de esos mismos días, también en México, el cual voy a comparar con el de Rodolfo «Fofo» Márquez.
Este caso es el de la influencer Marianne “N”, de 17 años, quien intentó asesinar a Valentina Gilabert, de 18, quien es la nueva novia de su expareja sentimental, con quien tiene un hijo, pero al no lograr su cometido y ser mujer, la ley no aplica de manera igual de severa para ella como sí aplicó para «Fofo» Márquez.
En el caso de «Marianne RC» no se calificó el delito como un intento de feminicidio, sino como «lesiones agravadas», a pesar de que el ataque se dio con la intención de acabar con la vida de Valentina y lo hizo con un arma contundente, es decir, un cuchillo; en el caso del «Fofo», aunque la intención no era matar a la mujer que agredió a golpes y sin armas, sí se dictó sentencia por intento de feminicidio.
Fofo Márquez pasará 17 años en prisión, pero Marianne tal vez nunca pise una, en primer lugar porque será juzgada como menor de edad y porque la joven atacada no murió, pero su vida sigue en peligro, porque las lesiones con el arma punsocortante son en tórax y cuello, por lo que podría ceder a las heridas; de no sobrevivir, entonces la influencer podría ser juzgada como adulto, pero sus abogados dicen que podría cumplir sólo 5 años o menos, o reducirse la sentencia hasta quedar en una multa, reparación del daño y servicio comunitario.
De acuerdo a varios abogados (litigantes y catedráticos) en redes sociales, el ataque de Marianne sí debió ser clasificado como intento de feminicidio, porque es el ataque mortal a una mujer por razón de género, ya que la influencer intentó acabar con ella por ser la nueva novia de su expareja, pero por ser una mujer famosa, quieren librarla de las mayores penas que amerita, ya que lo menos que debería de atribuirse es intento de asesinato, no sólo lesiones agravadas, mientras que al hombre se le tomó con mayor severidad y se trata de «poner el ejemplo» castigándolo a él.
Aunque cabe aclarar, la sentencia a «Fofo» Márquez me parece adecuada, era lo menos que se merecía, pero abordo su caso simplemente como ejemplo para ver la diferencia con la que se interpreta la ley para juzgar a hombres y mujeres, pero lo correcto sería que se juzgue por el crimen, no por el género de quien lo comete, y se debe castigar severamente a cualquier criminal sin importar si es él o ella.
Es la misma situación por la que está mal la Ley Vicaría, cuyo fin era válido, pero al plantear como única víctima a la mujer y como único victimario al hombre, esa figura nace podrida, dejando desprotegidos a los padres e incluso a las niñas y niños, como ya se ha demostrado en tantos casos, que por espacio sólo diré que ya los cité en columnas anteriores de estos temas, los cuales merecen que dediquemos más tiempo a seguir desglosando todo lo que está mal en esa perspectiva de género feminista que ya fracasó en otros países, pero no entendemos.
FB: Una Segunda Opinión de Todo