Por: Eduardo Ortega Solano

No es la primera vez que he mencionado que la tres veces alcaldesa de Gómez Palacio, Leti Herrera Ale, es referente de la buena política gómezpalatina y por supuesto también se trata del mayor activo del Revolucionario Institucional en tierras laguneras. Por su trabajo y trayectoria, su inclusión en las boletas es una garantía de triunfo. Sin embargo, de forma tajante ha descartado participar como candidata al Senado en el próximo proceso electoral del 2024. Las declaraciones que realiza en torno al dirigente nacional del PRI ponen en evidencia no solo su molestia, también su decepción, afirma: “El PRI de ‘Alito’ Moreno está haciendo las cosas con las patas”.

Leti no está de acuerdo con la forma en que Alito decidió respaldar a Xóchitl Gálvez en el Frente Amplio por México, anteponiéndola sobre otros priistas de gran trayectoria como Beatriz Paredes. La alcaldesa afirmó que ahora en la política «es el tiempo de las mujeres», agregó que le da «gusto que una mujer como Xóchitl haya sido la abanderada y le hayan dado su constancia», pero, acotó, aunque «respeto mucho a Xóchitl, yo creo que debieron haber esperado a los tiempos que eran para tener una votación».

Y es que seguramente Leti es la voz de miles de priistas que piensan igual que ella, además de los casi tres millones de personas que se inscribieron en la plataforma con la intención de emitir su voto, y al final fue tiempo perdido. Y es que, de forma repentina, con una decisión unilateral, de la que se asegura que la propia Beatriz Paredes no estaba enterada, Alito decidió retirar su candidatura, afirmando que el partido tomó esta decisión ante la ventaja amplia y consolidada de la panista en las encuestas, esto al afirmar que los números daban el 57,5 por ciento de las preferencias a favor de Xóchitl, contra el 42,4 por ciento otorgado a la exdirigente del PRI. Fue una sandez y falta de respeto a la ciudadanía el haber privilegiado los resultados de sondeos telefónicos, en lugar de lo que presumieron como “elecciones primarias”, donde cerca de tres millones de personas registradas podrían participar en esta decisión.

No pocos priistas aseguraban que los 32 comités estatales del PRI, los más de dos mil comités municipales y los cerca de 100 mil seccionales estaban listos para el pasado 3 de septiembre llevar a Beatriz Paredes a la candidatura del Frente Amplio por México (FAM), sin embargo, a los inscritos les quitaron el derecho de votar, a Beatriz Paredes la oportunidad de contender y a Xóchitl Gálvez la contundencia de un triunfo, sembrando la duda si su candidatura es resultado en realidad de un acuerdo de la cúpula. El domingo de la fallida votación, en muchas plazas públicas del país, existieron festejos llenos de banderas azules, las tricolores estuvieron ausentes por decepción y las amarillas por extinción.

El viernes pasado en el auditorio Plutarco Elías Calles, en el CEN del tricolor, la oligarquía del PRI en pleno le dio su respaldo a Xóchitl, con la ausencia de Beatriz Paredes, de la que se asegura su declinación fue por un bien superior… queda la duda ¿si el bien superior es México o el reparto de posiciones y plurinominales? En el PRI de Alito…  todo es posible.