Por: Eduardo Ortega Solano

Dentro del entorno político, si algo ha sufrido un enorme desprestigio durante los últimos años sin duda son las encuestas. Salvo excepciones, existe un consenso entre el llamado círculo rojo, analistas políticos, opinadores y opinión pública, que este tipo de ejercicios quedan mucho a deber y, por supuesto, están muy lejos de ser instrumentos confiables. En algunos procesos electorales hemos visto a conocidas casas encuestadoras tratando de justificar por qué fallaron, incluso pidiendo perdón al electorado. Como sucedió en el 2012 con Ciro Gomez Leiva, en ese entonces del Grupo Milenio quien pide disculpas y echa la culpa a GEA/Isa, diciendo “la encuestadora que contratamos se equivocó”.

En Durango, antes del inicio del proceso electoral del 2022 donde estaba en juego la gubernatura del estado, las primeras encuestas daban una ventaja hasta de un 20 por ciento como partido para Morena, pero ya todos sabemos lo que después sucedió. En las elecciones estatales de Nuevo León de 2021, al inicio del proceso electoral según todas las encuestas la candidata morenista Clara Luz Flores era el puntero y al final quedó en cuarto lugar. ¿Fallaron las encuestas?

La falta de credibilidad se incrementó porque, desde hace algunos años, los partidos empezaron a utilizar las encuestas como parte del marketing político con el objetivo de generar percepción de triunfo entre sus candidatos y de derrota para sus adversarios. Por todo el país, han pululado encuestadoras creadas por exfuncionarios, supuestos estrategas y “engaña ingenuos” que se venden caro y aseguran a sus “clientes” que les ayudarán a generar una opinión favorable entre los electores. Por supuesto que estos negocios existen y son muy lucrativos, ¡el que paga manda! Y, además, sobre esta lógica el que paga es el que gana estas encuestas.

Todo este contexto le fue quitando legitimidad y credibilidad a este ejercicio demoscópico, y si a eso le sumamos que en muchas ocasiones los resultados no son coincidentes con nuestra percepción o deseos, les quitamos total legitimidad. Sin embargo, no podemos meter a todas las casas encuestadoras en el mismo costal, existen encuestadoras muy serias y que hacen un buen trabajo. Lo primero es buscar su trayectoria y evaluar qué tan atinados han sido en anteriores procesos. Entre los factores que deben tomar en cuenta para realizar una encuesta es el universo, tamaño de la muestra, características de encuestados, lapso, metodología, margen de error, entre algunos factores más, esto nos ayudará a realizar una criba para saber distinguir entre casas encuestadoras y agencias de marketing.

También es fundamental saber leer e interpretar estos ejercicios, imprescindible entender que las encuestas no son pronósticos de triunfo y son fotografías del momento, cualquier factor interno o externo puede cambiar la inercia. Conocer la temporalidad de cada ejercicio es imprescindible, no en pocas ocasiones. La primera encuesta que realiza una agencia es antípoda con la última. En Durango, la pugna por la candidatura entre Marina y Enríquez dio inicio la derrota de Morena, a lo que siguieron errores de campaña, también inconformidad con la selección de candidatos, lo que provocó traiciones. En contraparte, Esteban tenía mucho trabajo previo, un equipo más compacto, una buena campaña, entre otras cosas. En Nuevo León es muy claro el desfonde de la candidata de Morena, inició con la percepción equivocada o no, de su pertenencia a la secta NXIVM completando su debacle la intolerancia mostrada ante un youtuber que la parodiaba, al cual denunció. En ambos casos, las últimas encuestas fueron muy acertadas.

A seis días que acudamos a las urnas, mi lectura de las encuestas en nuestra entidad es que el proceso será favorable a la alianza Fuerza y Corazón por Durango y por Mexico, la aceptación del gobernador y la unidad de los candidatos les da una ventaja competitiva, aunque Morena tendrá buenos resultados, no así sus aliados. El entorno nacional da visos de resultados diferentes. Claudia Sheinbaum gana con una diferencia de 20% (+/- 2%) y no tendrá menos de 30 millones de votos. Álvarez Máynez llega a los dos dígitos, y MC se puede convertir en la tercera fuerza política. En las Cámaras Morena y sus aliados obtendrían mayoría simple mas no calificada. Morelos, Veracruz y Yucatán es en las entidades donde es más posible la alternancia. La participación ciudadana será entre el 62 y 65%. Comparto mi lectura de las encuestas que considero serias, fuera de filias y fobias personales. Si son acertadas o no, falta poco para saberlo.