Por: Emmanuel Salazar

Durante las últimas dos semanas se desarrollaron en el Congreso del Estado las comparecencias de los secretarios quienes acudieron a realizar un reporte a detalle del primer año de Gobierno del ejecutivo Esteban Villegas Villarreal.

En términos generales, la presencia de los secretarios fue un proceso terso, en donde los funcionarios pudieron lucirse sin mayores preguntas que le pudieran poner en aprietos como pasó en el sexenio pasado, cuando el legislativo quedó siempre en manos de la oposición y no hubo un hilo conductor efectivo desde el ejecutivo.

Aun dentro de ese escenario, hay secretarios que saben sacar provecho y aparecen mejor posicionados, con mayor conocimiento de los temas que van a desarrollar desde sus dependencias para ayudar al gobernador a lograr a buen puerto la administración que tanta esperanza ha generado.

En el área de seguridad, existen dos servidores públicos que destacan: la fiscal Sonia de la Garza Fragoso y el secretario de Seguridad Pública, Óscar Galván Villarreal, pues es un hecho que se ha logrado mantener en el primer año de Gobierno la tranquilidad que es envidiable con respecto a entidades vecinas como Zacatecas.

A diferencia de hace diez años, cuando tenía que atender lo inmediato, que era la constante violencia que vivía la entidad, de la Garza Fragoso hoy puede atender otros delitos vinculados a la violencia contra las mujeres, por ejemplo.

Sin duda alguna, el gobernador ha logrado, con la asesoría que contrató antes de llegar al Gobierno en Marcela Andrade, equilibrar el tema de las finanzas públicas. Hay sin duda más oficio para saber cómo se deben de llevar las finanzas públicas, que tienen un cariz diferente al manejo de las finanzas en el sector privado.

Cristina Orrante, secretaria de Finanzas, quizá pudo haber explotado más el logro financiero de haber remontado el semáforo rojo y en sí los logros de la administración como el poder mantener la entrega de participaciones a los municipios de forma puntual en los últimos 12 meses.

Indudablemente, salir del semáforo rojo ha sido un gran logro, que la ciudadanía en general no sabe valorar, pero si se les dijera que es como cuando una persona pierde la posibilidad de sacar algo a crédito en alguna tienda departamental por no haber pagado a tiempo, y que de pronto nuevamente logra contar con la posibilidad de sacar fiado algún bien que se requiera en la casa, quizás así podamos sopesar lo que ocurrió en el último año.

Los créditos a corto plazo que se convirtieron en una bola de nieve deben ser sujetos a un manejo estricto para evitar que en el futuro también se conviertan en un peligro para las finanzas estatales.

Es claro que el Gobierno federal continuará volcado con sus inversiones en el sur del país, y por tanto será mínimo lo que se pueda obtener del gasto federal. Así que se deberá desarrollar mucha más disciplina financiera, más orden y evitar en lo posible que haya fugas en el gasto corriente, pues la economía estatal es demandante.