Por: Edgar Burciaga

El cambio climatológico que se presenta a nivel mundial ha mostrado la presencia de fenómenos meteorológicos cada vez más intensos y destructivos, sino que también han comenzado a mostrar el uso que se les han dado a los recursos económicos desde la administración pública. En nuestro país, mientras el norte sufre de sequía recurrente, el sur se ha visto azotado por el huracán Otis que ha dejado destrozos nunca antes vistos en el Pacífico mexicano.

Dada la intensidad de las afectaciones, los guerrerenses han comenzado a ser apoyados por el Gobierno federal para iniciar la reconstrucción de Acapulco, mientras que en nuestra entidad, el Presupuesto de Egresos de la Federación no representará más recursos para entidades como Durango, por lo que derivado de la situación que prevalece por la destrucción del huracán, los recursos presupuestados quedarán en una suma similar a la que se presentó el año pasado, de alrededor de 33 mil millones de pesos.

En esta ocasión fue el sur del país donde se presentaron los mayores daños por lo que se tiene la esperanza de que el próximo año se ayude a la región norte, afectada por la sequía y el impacto que tendrán las pérdidas en la agricultura y la ganadería en la economía, principalmente de los habitantes de las comunidades rurales.

Por dicha razón, habrá que ir por los proyectos extraordinarios, como es la planta potabilizadora para la capital, además del macroproyecto de Agua Saludable para La Laguna, que se construye en la Comarca Lagunera.

La difícil situación financiera en Durango no es solo un factor generado por la mala aplicación de los recursos, sino también por la corrupción imperante en el servicio público, por lo que el gobernador Esteban Villegas Villarreal señaló que no habrá más corrupción en Durango, por lo que ahora se considera la fiscalización de la aplicación de los programas y un transparente ejercicio de los recursos.

Por eso es de tomar en cuenta que en el caso de la cuenta pública del Estado se tuvo una calificación reprobatoria por parte de los legisladores dado el manejo inadecuado que se tuvo en materia administrativa, sobre todo, cuando se ve muy difícil que la administración anterior pueda solventar los dos mil 900 millones de pesos detectados por la Entidad de Auditoría Superior del Estado.

En este caso, los diputados deben dejar de ser omisos ante los reclamos de la sociedad, porque durante los últimos años el Poder Legislativo se ha convertido en cómplice al autorizar créditos que no fueron revisados por la EASE, sobre todo porque dejó su función como órgano de control para convertirse en comparsa del Ejecutivo.

Ahora, le corresponderá a la propia EASE y a la Contraloría dar seguimiento a las observaciones que existen de la cuenta pública anterior, además de que se ha pedido a los servidores públicos de la actual administración que sean transparentes y que cada año cierren con números positivos, además de que su Gobierno tiene un buen manejo económico.

Así, es tiempo de dejar a un lado la corrupción y ser solidarios con quienes lo necesitan, no con quienes negocian la desgracia.

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