Por: Edgar Burciaga

La presidenta electa Claudia Sheinbaum Pardo y su equipo se encuentran trabajando en reformas constitucionales para fortalecer a fiscalías y defensorías públicas, mismas que se presentarán durante los primeros meses de la próxima administración.

La propia presidenta electa de México trabaja en dos reformas constitucionales para fortalecer a fiscalías y defensorías públicas, según informó el exministro de la Corte, Arturo Zaldívar.

Estas reformas que adelantó Claudia Sheinbaum son parte del Plan Integral de Justicia, podría ser presentado tras la aprobación y aplicación de la reforma al Poder Judicial, la cual podría entrar en vigor para 2025.

La idea es que el sistema de justicia tiene que ser desde la justicia cívica, que es principalmente una atribución en este momento de los estados, los juzgados cívicos, también lo que tiene que ver con los abogados de oficio y toda la defensoría y las fiscalías, pero se está trabajando, todavía no hay una propuesta, manifestó el exministro.

Hay que tocar a las fiscalías, hay que tocar a las defensorías, porque una de las criticas es “ahí no está el problema”, y, desde el periodo de campaña, la entonces candidata manifestó la necesidad de una reforma integral de la justicia, por lo que ahora como presidenta, ya ha comenzado a trabajar en el plan.

La reforma judicial es muy ambiciosa y compleja, cuya instrumentación es delicada, pero esta reforma, junto con la de fiscalías, la de defensorías públicas y el proyecto de seguridad que presentará en breve la presidenta, será la ruta por la que se generará una justicia distinta.

Un equipo de especialistas se encuentra trabajando en leyes procesales que hagan realidad lo que la reforma judicial busca: juicios y procesos mucho más ágiles y rápidos, donde haya menos morosidad para resolver la justicia en nuestro país.

En 1994, el presidente Zedillo, en lo oscurito, dio un albazo y cambia completamente la Corte. Generó que las y los ministros terminaran respondiendo al PRIAN, que hubiera grupos de poder y no la meritocracia de la que tanto se habla, por lo que ahora puede considerarse como un representante del viejo régimen de corrupción y privilegios.

Esto, sin duda, hará expedita la justicia para tos los mexicanos.

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