Por: Edgar Burciaga

El empresario Carlos Slim dio una conferencia de prensa, donde destacó que los organismos autónomos están capturados, que AMLO dejó trabajar a los empresarios, que Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón saquearon Pemex, entre otras cosas, como que por primera vez ve a auténtica separación de poderes.

De acuerdo con el empresario, los dos gobiernos anteriores, el del panista Felipe Calderón y el del priista Enrique Peña Nieto, abusaron mucho del petróleo. Sobreexplotaron el Complejo Cantarell, donde la producción era de un millón 600 mil barriles diarios y lo elevaron a dos millones 200 mil, le inyectaron nitrógeno, hicieron barbaridad y media.

El dueño de Telmex, quien también fue propuesto para candidato presidencial de acuerdo con lo publicado por el presidente Andrés Manuel López Obrador en su más reciente libro, expuso que la administración de Peña Nieto le entregó al Gobierno actual “un Pemex muy endeudado, sin producción de petróleo, sin reservas y sin mucha exploración”, y, en cambio, el Gobierno liderado por López Obrador se ha encargado de hallar petróleo, tanto en la tierra como en el mar, por lo que exhortó a operar las zonas de perforación ya existentes.

Pemex es una empresa que puede continuar con un potencial, que, sin embargo, fue afectada por la explotación de todos los gobiernos porque sacaban el 60 por ciento, lo que ingresaba iba al Gobierno, porcentaje que se redujo a 40 cuando entró el mandato de López Obrador y nuevamente se redujo a 30, ya que, argumentó, la estatal petrolera está “muy apretada financieramente”.

La petrolera mexicana sigue sufriendo las consecuencias del abuso al que fue sometida por décadas. Tan solo la semana pasada, la calificadora crediticia Moody’s rebajó la calificación crediticia de Pemex y también recortó la Calificación de Familia Corporativa (CFR) de la empresa productiva del Estado mexicano, así como la calificación corporativa.

Esta rebaja refleja los crecientes requisitos de liquidez de Pemex debido a los crecientes requisitos de capital, el aumento del costo de capital y los importantes vencimientos próximos durante los próximos 2 a 3 años, además, la empresa enfrenta riesgos comerciales cada vez mayores a medida que continúa ampliando su capacidad de refinación e intenta aumentar la producción.

Asimismo, el empresario también se quejó de lo mal que le ha estado yendo a Telmex en los últimos 10 años, que la pobre empresa no ha tenido ganancias en ese periodo, entre otras razones, porque las autoridades no le han permitido entrar al mercado de televisión restringida o de paga, y desde luego a quejarse de que el marco legal y regulatorio resultante de la reforma de 2013/2014 metió a Telmex en números rojos.

En los años noventa y primeros años de este siglo, Telmex obtenía ingresos extraordinarios por ostentar casi el monopolio de las llamadas de larga distancia internacional, que le llegó a generar ingresos superiores a los mil millones de dólares en varios años, o por el vertiginoso crecimiento en el número de usuarios del servicio móvil que detonó la introducción del esquema regulatorio llamado “El que llama paga”.

En esta misma conferencia de prensa, también se quejó de la autonomía del IFT.

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