El Arte de la prudencia
Por: Gilberto Jiménez Carrillo
Corría el año 1647 cuando Baltasar Gracián publica en Huesca “El oráculo manual y el arte de la prudencia”, una obra genial en la que a través de 300 aforismos o sentencias breves nos otorga claves para sobrevivir en una sociedad convulsa, compleja y en crisis. Se trata de un conjunto de enseñanzas universales, perfectamente aplicables a la situación actual. Los planteamientos de Baltasar Gracián se desarrollan en un periodo hostil y proporcionan al lector herramientas para salir triunfante en la carrera de la vida. En una época dura y competitiva, como fue el barroco, en la que prevalece la fachada y los excesos ornamentales frente a la verdad, en el manual se recogen múltiples habilidades y recursos para salir victoriosos de los desafíos.
El Arte de la prudencia resume en trescientas frases una buena parte de la sabiduría práctica que permite triunfar en un mundo cada vez más competitivo y hostil. Su brevedad y su modernísima organización en fragmentos independientes no solo favorecen una lectura casi permanente (si así se desea), la que resulta de frecuentar los pasajes preferidos o la que busca una respuesta rápida para una cuestión que no admite más retrasos, sino que convierten al libro en la lectura óptima para cualquier momento o lugar. El Arte de la prudencia quiere abarcar, con solo trescientos aforismos comentados, las instrucciones, normas y explicaciones de la conducta humana. Es una suerte de universo en papel. La obra aspira a proporcionar una cuidadosa guía de los resultados de los actos propios y de los ajenos.
De forma abreviada, de manera muy sugerente, con la participación del lector, el Arte de la prudencia enseña que no existe un solo camino para la prudencia o para el éxito. Sus textos, leídos de la manera que el lector prefiera (tal y como aparecen, en orden inverso, al azar, etcétera), constituyen un consejero inagotable, siempre el mismo y siempre distinto ya que el lector es quien decide el camino que se debe llevar. Este libro que Baltasar Gracián (1601-1658) publicó hace más de trescientos años goza de plena vigencia por su enfoque práctico y por su atención a lo concreto. No es extraño que haya encontrado una excepcional acogida entre los lectores contemporáneos, como lo demuestra el éxito de sus numerosas ediciones en diversos países. “Aun entre los hombres, los gigantes suelen ser los verdaderos enanos”, Baltasar Gracián.
Mediante trescientos aforismos llenos de sabiduría, Baltasar Gracián creó una de las obras más importantes de la literatura. En ella estableció sus reglas de vivir, un conjunto de normas que dictan la mejor manera de comportarnos en las relaciones personales y sientan las bases de cómo debe ser un buen ser humano. Como solo los genios saben hacer, Gracián se anticipó a su tiempo creando unos escritos que abandonan la estricta temporalidad de su época y que perduran en el eco de los tiempos.
Aprovechando el espacio comparto tan solo cuatro ejemplos de la sabiduría de este libro: 1.-Tener amigos, uno valdrá tanto como quieran los demás, para que quieran se les debe ganar la boca por el corazón, no hay magia como en el buen servicio, y para ganar amistades el mejor medio es hacer favores, se debe vivir con amigos o enemigos. Cada día se debe ganar uno, si no íntimo, sí afectuoso; 2.- Tratar siempre con gente de principios. Uno puede arriesgarse y ganar su confianza. Más vale pelear con gente de bien que triunfar sobre gente de mal; 3.- Saber esperar. Hacerlo demuestra un gran corazón. Nunca apresurarse, si uno es señor de sí, lo será después de los otros. Hay que caminar por los espacios abiertos del tiempo hasta el centro de la ocasión oportuna. La espera prudente sazona los aciertos; 4.- La virtud es la cadena de todas las perfecciones, convierte al hombre en prudente, discreto, sagaz, cuerdo, sabio, valeroso, moderado, íntegro, feliz, digno del aplauso, verdadero, es decir, un gran hombre de todo. Tres eses traen la dicha: santo, sano y sabio. La virtud es el sol del pequeño mundo del llamado hombre. El arte de la prudencia es la obra de unos de los grandes escritores españoles de todos los tiempos, Baltasar Gracián, escrita en el siglo XVII, una obra única que merece ser leída constantemente porque después de varios siglos hay palabras y conceptos que tienen vigencia. Ilustre sea la inteligencia de Baltasar Gracián.
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